Louis Vuitton

Louis Vuitton

PARÍS (EFE).- Juventud y frescura son dos de los adjetivos más utilizados estos días para describir el pret-a-porter de París de la primavera-verano 2006, que el domingo tuvo por epicentro un evento marcadamente comercial: la inauguración de una tienda.

Por supuesto, no se trata de un establecimiento cualquiera ni siquiera de un simple ‘gran’ establecimiento, sino de una inmensa boutique de súper lujo, situada en una de las avenidas más célebres y recorridas del planeta: los Campos Elíseos.

Louis Vuitton, inventor de la nueva marroquinería francesa a finales del siglo XIX, da nombre al evento, de la mano de su actual propietario, el número uno mundial del lujo, LVMH, que reúne igualmente bajo su ala a otras firmas de primera línea como Dior, Kenzo, Givenchy o Celine.

Con Vuitton, Bernard Arnault, al frente de LVMH, ‘echó la casa por la ventana’ para inaugurar el local en la parte alta de la famosa avenida.

Allí, en el número 101 de los Campos Elíseos, Vuitton, con un espacio organizado de manera innovadora, acogerá las más diversas actividades artesanales y comerciales de la firma.

Juventud y frescura en París

La esperada inauguración de la boutique de súper lujo LVMH, en la avenida de los Campos Elíseos, precedió al desfile Louis Vuitton, que estuvo bajo la responsabilidad del diseñador de Marc Jacobs, para la próxima temporada estival.

Vuitton ofrece para la primavera-verano de 2006 una exquisita colección, con muchos detalles femeninos, faldas por encima de la rodilla y telas brillantes.

Los invitados Vuitton retuvieron en su agenda toda la tarde-noche del domingo para no perderse la fiesta que siguió al desfile. Todo sea por la moda.

La espera sirvió sin duda para hablar del último desfile del sábado, el de Galliano, modisto de Christian Dior, quien bajo el título «todo el mundo es hermoso» mostró anoche su colección personal, pensada para todo tipo de bellezas: gigantes y cabezudos, enanos, gordos y gordas, ancianos y personas de cuerpos extraños.

La idea, «genial», para muchos, perturbó al parecer a una parte del público, que no acertó a ver los espléndidos modelos presentados al romper Galliano la tendencia actual de recurrir a delgadísimas y despersonalizadas jóvenes, todas de estructura física casi idéntica, peinadas y maquilladas de la misma manera.

Elie Saab y sus vestidos «mil y una noches», por primera vez dentro del calendario «in» del pret-a-porter parisiense, Yuki Torii, Valentino, Antonio Berardi, Gilles Rosier y Moon Young Hee, fueron otros nombres memorables de este penúltimo día de desfiles de París.

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