Louisiane la diversidad cultural y humana

Louisiane la diversidad cultural y humana

Hay nombres de sitios y lugares en el mundo que evocan ritmos y palabras, imágenes y sueños. Louisiane es indiscutiblemente uno de estos. Tierra adentro, por las parroquias de Vermilion, cerca del Atchapalaya, a pocos pasos del Lago Martin, sentimos recientemente los vientos y la atmósfera de estas tierras vírgenes sacudidas por los vientos fuertes de los llanos, humedecidos en verano por el río Mississippi. Basta con cerrar los ojos y sentir un olor extraordinario de marismas, musgos, barro y aguas revueltas. Olores, esta tierra tiene muchos que nos viene del fondo del lago y del vuelo de las garzas. Estamos en un espacio donde la vegetación se mantiene a través de los siglos, con un tótem imponiendo el pasado. Los árboles de ciprés marcan una presencia eterna con sus raíces hundidas en las aguas que poco a poco van anchando el tronco desde los retoños que salen de cada raíz y que van tomando formas de falos alegres nacidos en las aguas o con estalactitas vegetales llamando a la memoria la eternidad. En este entorno vuelan las aves y duermen los aligátores, sobre las hierbas húmedas de las verjas del lago o en el fondo de las aguas, mientras los cormoranes aterrizan en las frondas del bosque acuático. Esto podría ser una estampa para los apasionados de la exploración terrestre, y las nuevas virtudes del turismo ecológico y cultural, pero es mucho más, es una invitación de convivencia y de paz, en un lugar del planeta donde los descendientes de los indios del Atchapalaya todavía mantienen sus lenguas étnicas, hablan francés e inglés, y en muchos casos, se lanzan con el español. En estas tierras las lenguas se entrecruzan y se abrazan con el propósito de comunicar lo inmediato. Los acadios se expresan en la lengua francesa que les transmitieron sus abuelos y tatarabuelos, con ingredientes regionales del francés del siglo XVII, originarios de las regiones francesas de Vendée, Bretagne y Touraine. Muestran un acento traído de la primera etapa por Acadia .Estos descendientes de franceses nos hacen magníficas historias sobre las nanas que les contaban sus abuelas, y los cuentos y crónicas de los ancianos, son hoy día un referente humano de fuerza y trabajo que supieron integrarse en estas tierras y darles la belleza de su identidad de descendientes de hombres y mujeres agricultores, artesanos, comerciantes que llegaron o fueron traídos al Nuevo Mundo en la aventura de la colonización francesa. Este año 2015, ellos celebran sus 250 años en Louisiane, con fuerza y dignidad, reivindicando su diferencia cultural, así como su origen francés y manifestando su especificidad extraordinariamente, orgullosos de ser americanos acadios, en una palabra luisianeses, como también, lo son los afroamericanos, los descendientes de españoles, los insulares haitianos, jamaiquinos, italianos, vietnamitas y latinoamericanos, que desembarcaron y aterrizaron en este país-estado americano, aportando en sus bagajes y maletas una identidad propia, que poco a poco se infiltra y convive con la gran pluralidad. Hoy día, las autoridades de Louisane, conscientes de este fenómeno poblacional, trabajan para el multilingüismo, facilitando, apoyando proyectos de expansión lingüística a través de instituciones que practican la apertura con las demás lenguas como por ejemplo el CODOFIL en Lafayette, que a la vez que promueve y sustenta la lengua francesa en las escuelas primarias, secundarias y en las universidades, facilitan la promoción del español, del inglés, practicando una convivencia multilinguística con el propósito de desarrollar en Louisiana futuras generaciones que a la salida del bachillerato hablen las tres lenguas que se expresan por todo el territorio luisianés. Para ello, las comunidades latinas, y los españoles hacen lo propio de los descendientes de franceses con las autoridades diplomáticas de Francia, en misión en Luisiane, así como acompañan los proyectos de las escuelas y de los centros culturales que sustentan la promoción de sus lenguas. El Consulado General de Francia en New Orleans y el de España cooperan abiertamente con profesores y maestros que vienen del hexágono y de la península para dinamizar las clases de inmersión y capacitar los maestros y profesores luisaneses que serán el relevo para su propio Estado.

A nivel cultural, las comunidades celebran en toda Luisiana esta diversidad a través de sus festivales de música jazz, cajun, acadia, latina y entre el conjunto de ellos se siente una gran complicidad en las programaciones. La ciudad de New Orleans es hoy día mucho más que la emblemática y sagrada ciudad del jazz-band y del mardigras. New Orleans se viste con traje español, francés, africano, caribeño y asiático, y después del desastre de Catherine, la ciudad se levantó con más ganas, y cada comunidad pone poco a poco su granito de arena para tirar hacia adelante. En nuestra reciente visita de hace apenas una semana, en el mismo casco viejo, asistimos a una extraordinaria diversidad cultural, al escuchar excelentes músicos de calle y de estilo cajun, interpretada por un acadio, al lado de un trompetista que sopla los vientos de Sydney Bechet, un extraordinario músico de Luisiana que nace el 14 de mayo 1897 y muere en París en 1959. Este compositor de jazz –como la mayoría- de los jazzistas era autodidacta, aunque su padre zapatero tocaba la flauta todo el tiempo como pasatiempo. Su primera banda “The Silver Bells” la integró muy joven con su hermano Leonard de director. Vivió en Chicago, donde sus huellas están marcadas, y allí tocó con Freddie Keppard y Joe “King” Oliver, entre otros músicos. Fue desde 1919 muy conocido en Europa, tanto en Londres como en París, donde también, adoptó el saxofón y el clarinete, sin nunca abandonar el acordeón. En su largo periplo, como por ejemplo en New York, graba su primer registro discográfico en 1923, con la Clarece Williams Blue Five, los temas Wild Cat Blues y Kansas City Man Blues; y luego siete grabaciones con su colega y compatriota, el trompetista y vocalista de jazz Louis Armstrong. En París integra la Orquesta Revue Négre y acompaña a la bailarina y cantante Joséphine Baker en 1925, y para finalizar por falta de espacio estos detalles sobre este genio, en 1939 graba para Blue Note, una versión única del tema clásico del compositor George Gershwin “Summertime”.

EL CARNAVAL MARDI GRAS:

En esta época del año es imposible hablar de New Orleans, sin tocar el tema del famoso Mardi Gras, que es el nombre del carnaval que celebran tanto en New Orleans, Luisiana Mobile, Alabama y San Luis, Missouri, Estados Unidos. Su nombre se deriva del francés que se traduce directamente al español como “martes graso”. Se inicia el día antes del Miércoles de Ceniza. Y propiamente es un desfile que concluye al final de la cuaresma. El llamado “Mardi Gras” se refiere a que era el último día para disfrutar de los placeres tanto culinarios como carnales, como es lógico antes de la época de abstinencia que marca el inicio de la Cuaresma y la Semana Santa. Al cerrarse se reúnen los reyes de Rex y sus súbditos, el rey y la reina del carnaval, así como el rey y la reina de la peña Misticj Krewe of Comus (la peña de Mardi Gras más antigua). Este convite se hace con un baile en el auditorio municipal de la ciudad. Los miembros de dicha peña son los que estrenan los disfraces y máscaras. Dichas peñas lanzan collares baratos y juguetes a los asistentes a los desfiles, práctica que se remonta al siglo XIX. Hasta la década de 1960 la mayoría de los collares eran de cristal, hechos en Checoslovaquia. Y luego, fueron reemplazados por collares frágiles y baratos hechos en Hong Kong y en Taiwán, y recientemente en China. Estos collares son hechos de pepas redondas en plástico de varios colores, son muy ligeros y alegres. Los colores tradicionales de Mardi Gras son: el púrpura, dorado y verde. Se dice que se eligieron estos colores en 1892 cuando el desfile de Rex tuvo el «Significado de los colores» como tema para sus carrozas.

Las normas de conducta son muy estrictas y con mucha seguridad policial para así evitar las típicas alteraciones de los carnavales. En el Barrio Francés es donde hay mayor exacerbación, pero, repetimos con mucho control para evitar altercados. Cualquier manifestación pública de alcoholismo, nudismo o violencia conlleva inmediata detención. Este ha sido el gran éxito de uno de los carnavales más concurridos del mundo.

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