El sociólogo e investigador Wilfredo Lozano afirma que en la seguridad del Metro de Santo Domingo se invierte más recursos que en la guardia para la preservación y cuidado de la frontera.
El director del Centro de Investigación y Estudios Sociales (CIES), de la Universidad Iberoamericana; exdirector de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y escritor, expresa que el control de la frontera es un ejemplo de las dificultades que se tienen para frenar los flujos de migración.
“Hasta que el Estado dominicano no asuma que necesitamos un mecanismo moderno policial de controles efectivos, nuestra frontera será porosa y cualquier política de freno a la movilidad fronteriza de personas, va a encontrar un obstáculo formidable”, sostiene.
A su juicio, el país no ha avanzado en materia de reconocimiento de estatus migratorio, al decir que el grueso de los indocumentados en el país no tienen vías para solucionar su documentación, y de los 50 mil ciudadanos que tuvieron documentos de identidad y había que devolvérselos automáticamente, solo 13 mil los han conseguido.
Lozano favoreció la regulación de la inmigración y dice que hasta hace un par de años, al Estado dominicano no le importaba intervenir en la regulación, sino que lo dejaba a la libertad del problema.
Asimismo, declara que la inmigración ha resuelto gran parte de la incapacidad del Estado para generar políticas efectivas en el plano social.
Considera que los US$5,000 millones que llegan al país de remesas del exterior le quitan presión a los gobiernos, ya que les ayudan a generar una política social difusa. Por el lado de la inmigración ve una política social difusa, a la que se resiste el Estado desde el punto de vista de los servicios. “Cada cinco o seis meses, hay alharaca de las haitianas que paren en la frontera y que vienen en guagua, que nos quitan los recursos, pero no discutimos el tema de que esos trabajadores no reciben seguridad social, y son millones”.
El profesional expresó que la inmigración haitiana es esencialmente de muy bajos ingresos y situaciones muy precarias, tras entender que existe una acelerada realidad de la movilidad global de población a nivel mundial.
Estimó que la danza de los millones de las remesas puede comenzar a caer. Lozano comentó la conferencia internacional “Demos y Democracia: el desafío de las inmigraciones involuntarias en el mundo contemporáneo”, como parte del ciclo de la conferencia internacional “Migración, Diáspora y Democracia”, organizada por la Universidad Apec (Unapec), junto al Instituto Truman Hebrew, Universidad de Jerusalén.
Ante investigadores, educadores y conferencistas, el doctor Lozano cree que ahora se asume la realidad de la inmigración.