Corre riesgo de colapsar trabajo persecución de la corrupción

El extraordinario trabajo de persecución de la corrupción que, sin bandería política, viene desarrollando la Procuraduría General de la República, encabezada por los magistrados Miriam Germán Brito, Wilson Camacho y Yeni Berenice Reynoso, corre el riesgo se colapsar ante el poder económico y maniobras de muchos de los encartados y la limitada capacidad operativa con que se desenvuelve el Ministerio Público por falta de recursos.

No bastan la buena voluntad, el deseo de justicia ni el valor personal de estos abanderados en la lucha contra la corrupción si no cuentan con el apoyo logístico pleno del Estado y el consecuente respaldo económico necesario para ampliar sus niveles de operatividad con la contratación del personal especializado como son los tasadores y contadores forenses, para solo citar dos renglones.

Quienes respaldamos y damos seguimiento al trabajo de la magistrada Miriam Germán Brito y su eficiente equipo de apoyo, vemos con preocupación la cantidad de expedientes acumulados por casos de corrupción, muchos archivados desde la anterior gestión de la Procuraduría, los cuales en la medida en que continúen sumándose nuevos casos, podrían convertirse en un alud de expedientes inmanejables por la limitada capacidad operativa de la institución.

Pese a su carácter discreto y respetuoso de las normas institucionales, la magistrada Germán Brito lanzó un grito de alerta sobre las limitaciones, deudas y escaso presupuesto de la institución bajo su responsabilidad, que debe ser atendido, a la mayor brevedad, por el presidente de la República, Luis Abinader, interesado como está en el saneamiento moral y económico del país.

Sin recursos económicos, es poco lo que se puede lograr en la lucha contra el monstruo de la corrupción.

Sin recursos económicos, es poco lo que se puede lograr en la lucha contra la corrupción