POR LEONORA RAMÍREZ S.
La crisis interna del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), provocada por la lucha entre las tendencias que apoyan la candidatura presidencial de Danilo Medina y la reelección del presidente Leonel Fernández, podría profundizarse en los próximos meses por el interés de ambos grupos de controlar la convención para la elección del candidato presidencial de ese partido, a juicio del politólogo José Antinoe Fiallo.

Aunque Fernández no ha anunciado su postulación, un equipo de funcionarios la promueve, mientras los seguidores de Medina cuestionan las intenciones continuistas del mandatario, por entender que socavan la  institucionalidad y la transparencia en el  uso de los recursos del Estado.

Para Fiallo el conflicto entre las referidas facciones dejará grandes heridas, sobre todo si el grupo de Medina entiende que los reeleccionistas tienen un control absoluto del proceso electoral interno.

«Si se da esa situación es posible que se presenten problemas más serios en el proceso de organización convencional, porque va a haber una lucha por controlar eso en los próximos 60 días».

Al expresar que ésta no es la única crisis que ha tenido ese partido, desde su fundación en 1973, refirió que la de ahora tiene dos características: un grupo formado en el aparato partidario y que se cohesiona en la figura de Medina desde la década de 1980, y otro que gira en torno a  Fernández y el ejercicio gubernamental y que en ocasiones ha estado aliado a Medina. «Como existe una dinámica de transacción por conveniencias, dependiendo de cada una de las coyunturas existe tanto la posibilidad de que la crisis afecte sustancialmente al partido y al gobierno, porque cada una de las facciones entiende que este es  un  momento importante para la definición de los liderazgos».

En el contexto de la dinámica interna de los partidos tradicionales, Fiallo consideró que el PLD no se diferencia del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) ni del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), sino que es tan conservador como esos y quiere construir liderazgos carismáticos hegemónicos e individualizados.

UN PARTIDO CONSERVADOR
La intención reeleccionista de Fernández demuestra que hay una reedición del pensamiento conservador en la República Dominicana, en relación a que el destino coloca a ciertos liderazgos como orientadores inexorables, a juicio de Fiallo.

«Es una reedición sistemática del pensamiento conservador en relación a liderazgos individuales, que se consideran que son los únicos que pueden conducir a la sociedad. No estamos viendo nada nuevo, sino la manera en que se resitúan las fuerzas conservadoras en la sociedad dominicana, eso lo quiso hacer tambien el expresidente Hipólito Mejía».

Cuestionado sobre la contradicción entre ese pensamiento que se enquista en el PLD y las ideas liberales que le dieron origen a ese partido, manifestó que sólo algunos sectores de esa organización tenían concepciones progresistas, y en el fondo se fue construyendo un camino conservador que allanó el profesor Juan Bosch en 1983 por temor a las transformaciones sociales.

De acuerdo con Fiallo en el referido año se expulsaron de ese partido a miembros y dirigentes que tenían ideas de izquierda, o progresistas.

«Esa práctica conservadora se fue abriendo camino, y cuando Bosch en su liderazgo unipersonal no podía seguir cumpliendo con ese papel, se creó una coyuntura favorable para que se produjera una sustitución con Fernández.

«Estamos acercándonos a  un desenlace de definición del papel que podría cumplir el PLD como fuerza conservadora para mantener el orden social, en un país con muchos elementos de crisis por el incremento de la pobreza y la desigualdad social», expresó.