Luchadores contra violencia sexual reciben Nobel de Paz

Luchadores contra violencia sexual reciben Nobel de Paz

FILE - In this Tuesday, Dec. 13, 2016 file photo, activist Nadia Murad addresses members of the European parliament after receiving the European Union's Sakharov Prize for human rights in Strasbourg, eastern France. The Nobel Peace Prize on Friday, Oct. 5, 2018 was awarded to a Congolese doctor and an Iraqi woman who once was a captive of the Islamic State group for their work to highlight and eliminate the use of sexual violence as a weapon of war. Dr. Denis Mukwege and Nadia Murad "have made a crucial contribution to focusing attention on, and combating, such war crimes," the Norwegian Nobel Committee said in its announcement. (AP Photo/Christian Lutz, File)

Copenhague.  El Premio Nobel de la Paz fue otorgado ayer al médico congoleño Denis Mukwege y a la iraquí Nadia Murad en reconocimiento a su lucha por acabar con el uso de la violencia sexual “como arma de guerra y en conflictos armados». El Comité Nobel Noruego destacó en su fallo su contribución “crucial” para visibilizar y combatir ese tipo de violencia- Mukwege, por su dedicación a ayudar a las damnificadas; Murad, por su condición de víctima y por denunciar públicamente los abusos.
Mukwege es el símbolo “principal y más unificador” de esa lucha, resaltó el comité, que le reconoce haber tratado a miles de víctimas en el conflicto bélico en el Congo, su condena a la impunidad y sus críticas a las autoridades de su país y de otros por no hacer lo suficiente contra el uso de la violencia sexual como arma de guerra.
Perteneciente a los yazidíes, una minoría religiosa de etnia kurda asentada en el norte de Irak, Murad fue secuestrada junto a miles de jóvenes por el grupo terrorista Estado Islámico (EI), que pretendía exterminar a esa etnia y usaba mujeres como esclavas sexuales.
Murad, que logró huir a los tres meses de su cautiverio, rechazó los códigos sociales que exigen que las mujeres permanezcan “en silencio y avergonzadas”. Los dos premiados han estado “a la vanguardia” de esa causa, explicó la presidenta del comité, Berit Reiss-Andersen, que recordó que se cumple una década desde que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución que considera un crimen de guerra el uso de la violencia sexual como arma bélica.

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