BAGUA, Perú. AFP. El saldo de muertos por enfrentamientos entre policías e indígenas aumentó a 34 ayer en una zona de la selva norte peruana, que está ahora bajo toque de queda y férreamente militarizada, mientras que el gobierno nacional y los nativos se responsabilizan mutuamente.
«Hay 23 policías y 11 nativos muertos, eso es lo que puedo certificar oficialmente», anunció ayer el ministro de Defensa, Antero Flores Aráoz a la AFP, al dar el nuevo saldo de las 24 horas de terror vividas entre viernes y sábado en la región de Bagua, 1,000 km al norte de Lima. Flores Aráoz resaltó que «la cifra de policías puede aumentar porque aún hay dos o tres desaparecidos». Los indígenas evalúan entre 30 y 50 los civiles fallecidos por la represión policial, según Shapiom Noningo, presidente de la Comisión Pueblos Indígenas Amazónico.