Lucida Sans Typewriter – Voto de castigo o de conciencia?

Lucida Sans Typewriter – Voto de castigo o de conciencia?

Una parte significativa del electorado dominicano se enfrenta en estas elecciones presidenciales ante la disyuntiva de si votar como forma de castigo, o hacerlo de acuerdo a su conciencia. De hecho, los principales candidatos tienen en su haber aspectos negativos, que un serio análisis nos haría dudar de si favorecerlos o no con nuestro voto.

En la presente contienda electoral, sin embargo, el candidato con mayor tasa de rechazo, según varias encuestas públicas, es el actual Presidente de la República, Agrónomo Hipólito Mejía. Su atractivo como persona llana y franca, que cautivó a la mayoría en las votaciones del año 2000, hoy palidece ante un repudio generalizado como resultado de un ejercicio del poder que se ha visto ensombrecido por una seria crisis económica y de confianza, la cual ha deteriorado la calidad de vida del dominicano a niveles insospechados. El candidato que nos hacía reír por sus ocurrencias y jocosidades teñidas de sabor cibaeño, hoy nos resultan impropias y hasta burlonas.

El presente gobierno ha tenido que cargar, con razón o sin ella, con toda la culpa por la presente crisis financiera y moral que ha representado la quiebra de tres grandes bancos, amén de un manejo económico que ha sido muy cuestionado. Más allá de lo económico, sin embargo, la imagen que se nos vendió del actual Presidente como un hombre de palabra, sufrió un gran revés al quebrantar su palabra empeñada y buscar un nuevo período presidencial, acción para la cual se enmendó la Constitución de la República para servir los afanes continuistas del Proyecto Presidencial Hipólito (PPH). Como si esto fuera poco, todos los recursos del Estado se han puesto en juego para las actividades proselitistas de las actuales autoridades, incluyendo ofrecimientos de privilegios a las clases más necesitadas, que rayan en la más burda demagogia.

Ante lo que se percibe como abuso de poder y desmanes del grupo gobernante, la mayoría de la ciudadanía ha visto en el PLD y su candidato, doctor Leonel Fernández, a un posible redentor que puede derrotar al «buey que más jala» -PRD- y «librar» a la nación dominicana de lo que algunos han calificado como la «peste blanca». Hace cuatro años, sin embargo, el PLD también fue repudiado en las urnas, así como en las más recientes elecciones congresuales y municipales del 2002. Todo parece indicar que el Dr. Fernández será nuestro próximo Presidente. Lo que más inquieta a quien esto escribe sobre la probable victoria del PLD para el cuatrenio 2004-2008, es si realmente los grupos económicos y financieros que apoyan al partido morado permitirán hacer un gobierno que profundice las reformas que están pendientes de realizarse, como son la reforma del Estado, la reforma fiscal y la lucha contra la corrupción. )Qué pasará con el caso Baninter y los otros bancos quebrados por manejos fraudulentos y ceguera de los organismos reguladores? )En que medida la conocida relación del PLD y su candidato con estos grupos financieros, y sus defensores legales, afectará la conducción de los actuales procesos en la gestión pasada del PLD, y hoy se encuentra de nuevo en grave crisis por falta de una efectiva relación?

Se dice del Ingeniero Eduardo Estrella, candidato del PRSC, que no tiene «cola que le pisen». Sin embargo, muchos de los que le rodean sí tienen largas cosas que arrastran desde la época del Dr. Joaquín Balaguer. )Se repetiría en un eventual gobierno del Partido Reformista la frase de su fundador de que «la corrupción se detiene ante la puerta del despacho presidencial?»

Sabemos que un gobernante, por bueno que sea, no puede hacerlo sólo. Tan importante como la probidad de un Presidente es la de sus principales colaboradores. (Qué gran cosa sería si con antelación a las elecciones se pudieran conocer los nombres de los que acompañarán a nuestros candidatos presidenciales en el manejo de la cosa pública! Estas y otras reflexiones nos hacen pensar que los que ejercerán el voto de castigo, al renunciar a hacerlo como un acto de conciencia, quizás se evitarían tener que hacer estas disquisiciones. Y quizás también la grave crisis económica y de confianza que vive el país no deja mucho espacio para poner en una balanza a nuestros candidatos, siendo lo programático continuar con el recurso del voto de castigo, ya que las alternativas no son muy viables, que se digan. De todas maneras, les deseo la mejor suerte a mis conciudadanos el día de las votaciones. (La vamos a necesitar, especialmente en los tres meses de transición del 16 de mayo al 16 de agosto!

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