Ludopatía, el juego como adicción

Ludopatía, el juego como adicción

EFE- REPORTAJES. El juego como entretenimiento es una actividad inocente, pero puede convertirse en enfermedad cuando atrapa de tal forma que se convierte en adicción. La ludopatía afecta a más personas de las que imaginamos.

El ludópata tiene una gran imaginación para justificar su obsesión por el juego: “gano dinero, me relaja, sé cuándo va a tocar, puedo dejar de jugar cuando quiera…”

Una opinión generalizada tacha la ludopatía de vicio. Lo cierto es que se trata de una enfermedad, reconocida como tal por la Organización Mundial de la Salud y causa de divorcio en ciertos países. Para curarla se requiere tratamiento psicológico, además de tiempo y esfuerzo para curarse.  

Un desafío a la suerte
El irresistible encanto de desafiar a la suerte es tan antiguo como la humanidad. El juego ha sido prohibido en varias épocas y lugares, en tanto que algunos países y regiones han protegido el juego y lo han convertido en una muy lucrativa fuente de ingresos.

Entre los muchos jugadores compulsivos que ha habido a lo largo de la historia hay personajes como el escritor ruso Fedor Dostoievski, autor de obras como “Crimen y castigo” y “El jugador”. En esta última, una novela breve, el escritor se inspira en su propia pasión por la ruleta y lamenta su impotencia para dejar de jugar: “si pudiera dominarme durante una hora, sería capaz de cambiar mi destino”.

Cambiar el destino es precisamente lo que persiguen muchos jugadores. El afán de riquezas es una motivación muy fuerte para el ludópata, pero no la primera. Se trata más bien de retar a la suerte, superar una mala racha y, en definitiva, vencer al azar.      

El perfil del ludópata
La adicción al juego tiene su origen en un desequilibrio psíquico. El ludópata presenta una serie de características tales como escasa tolerancia a las frustraciones, problemas de adaptación social, inmadurez, episodios de ansiedad y falta de capacidad para ocupar los ratos de ocio.

El tabaquismo y el alcoholismo suelen ir asociados a la ludopatía, una enfermedad que a veces se adquiere “por contagio”. Las personas que han crecido en ambientes muy relacionados con el juego o aquellas que cuentan con jugadores en su círculo íntimo de amistades suelen caer en la ludopatía.

Para obtener satisfacción, los ludópatas necesitan aumentar cada vez más el tiempo y el dinero que dedican al juego. Pronto esta adicción se convierte en más importante que la familia, los amigos, el estudio, el trabajo o cualquier actividad que no sea jugar.

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Superar la adicción
La fuerza de voluntad desempeña un papel importante para superar cualquier adicción que se ha convertido en enfermedad.  El tratamiento médico y psicológico es la base más importante para recuperarse, aunque también hay otras  ayudas muy valiosas.

Una de ellas es  pedir a alguien de confianza que controle su dinero para evitar apostarlo en el juego.

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