Existe un lugar en la región del Ticino en la Suiza de habla italiana, con el encanto de una metrópoli y con un enorme espejo de agua azul turquesa en el que se mira la ciudad y se reflejan sus montañas, su nombre es Lugano.
En este lugar conviven casi en simbiosis la actividad turística, brazo fuerte de la economía, y la educación de la gente, que es el activo más importante que poseen, desde la óptica de un visitante.
Lugano es también el centro financiero más importante de la región del Ticino, y la tercera de toda Suiza, con un total de 41 bancos comerciales, cada uno con diversas sucursales esparcidas de manera estratégica, datos suministrados por una fuente representativa del sector.
El civismo ciudadano, aliado estratégico del turismo, es apreciado como una religión para los luganeses que trabajan y conviven con su historia y su cultura, sin afectar su cotidianidad.
Lugano posee alrededor de 140 mil habitantes, su marketing lo conforman el orden social y sus buenas costumbres.
La salud, seguridad, educación e higiene, factores imprescindibles para una buena calidad de vida y que determinan el bienestar de un individuo en cualquier parte del mundo, en Lugano ocupan el primer lugar.
Estos factores se observan en la circulación de vehículos, en el respeto a las normas de tránsito en donde el peatón y el ciclista tienen siempre la preferencia, pero además la contaminación por gases de motores, la visual y auditiva son casi inexistentes.
Los recursos económicos que produce la actividad turística son reinvertidos en la ciudad automáticamente, como bien ha citado el síndico de Lugano, Marco Borradori.
El objetivo principal de este tipo de turismo es crear las condiciones en la que todos sus ciudadanos se beneficien del patrimonio cultural que poseen.
En las últimas décadas, Lugano y Ticino han desarrollado interesantes investigaciones en el campo de la salud, por eso las clínicas privadas y los hospitales aplican cada vez más, novedosos sistemas sanitarios.
Tales investigaciones contribuyen también a una mayor promoción de su Palacio de Congresos que cada año aumenta el número de conferencias médicas internacionales.
Atracciones. En 2016 la ciudad de Lugano inauguró el Lugano Arte y Cultura (LAC), una estructura arquitectónica impresionante dedicada a la música, a las artes visuales y escénicas.
Aquí se encuentra la sede principal del Museo de Arte de la Suiza italiana (MASILugano), que es una fusión del Museo Cantonale de Arte y el de la ciudad de Lugano. También alberga las estaciones radiales; Lugano InScena y Lugano Música.
El LAC tiene una vista hermosa al lago Ceresio, que es el activo turístico más conocido y que atrae mayor cantidad de visitantes cada año.
El lago Ceresio es de origen glacial y se calcula que se formó al final de la última glaciación hace 10 mil años.
Este lago alpino se extiende entre el cantón del Ticino en Suiza, y las provincias de Varese y la de Como en Italia.
En el museo del “CioccolatoAlprose”, abierto hasta septiembre 2016, se podía conocer la historia de la producción del chocolate suizo, desde el proceso de sus componentes individuales, hasta las plantas de producción y la confección de las tabletas tradicionales, así como los exquisitos diseños y empaques.
Otros lugares a visitar. La Plaza de la Reforma, es el lugar emblemático de Lugano inaugurada en 1798, ha sido escenario de importantes acontecimientos históricos. Esta plaza fue el centro de la lucha entre “Cisalpini” y “Volontari Luganesi”, el segundo grupo logró la independencia del Ticino contra el gobierno central, introducido por Napoleón.
Aquí se encuentra también el Palacio Cívico, sede del Ayuntamiento, fue construido entre 1842-1844.
La Catedral San Lorenzo, es una obra fascinante ubicada sobre el casco antiguo, su fachada tiene un estilo lombardo renacentista, el equipamiento de su interior es barroco.
La iglesia de Santa María degli Angeli es un edificio tardo-románico, posee la obra “Pasión y crucifixión de Cristo” creada por el famoso pintor, Bernardino Luini en 1529, está justo en el centro Lugano.
Otro monumento a visitar es Villa Olmo, una mansión ubicada a orillas del Lago con una vista magnífica, tiene una arquitectura neoclásica y en ella se presentan exposiciones de arte.
Monte Bré, considerada la montaña más soleada de Suiza, ocupa el primer lugar en los tours que se les ofrece a los excursionistas. El modo de transporte que se utiliza para subir a la cima lo conforman dos funiculares que ascienden en dos etapas. Una vez en la cresta de esta montaña, dos restaurantes típicos ticinenses dan la bienvenida y desde sus terrazas se aprecia una vista panorámica de la ciudad junto al Lago.
Cultura culinaria. Los restaurantes con las cocinas más representativas de la región son tabernas sencillas bajo la sombra de los árboles con mesas y bancos de granito, mejor conocidos como “Grotto”, abiertos solo en verano.
El risotto con luganighe, polenta con ossobuco, funghi, minestrone y labusecca, simbolizan en gran medida la cocina “ticinesa”, personalizada por cocineros de fama mundial como Angelo ContiRossini.
El salami artesanal y una veintena de quesos producidos en los Alpes, tal como el conocido “Piora”, son por sí solo un país a descubrir.

Además de los vinos, de los cuales el 80% de las uvas son cultivadas en el Ticino. Se recomienda probar la Grappaticinesa, un destilado hecho con los residuos de la producción del vino.