Luguelín Santos “Quiero otro podio olímpico”

Luguelín Santos  “Quiero otro podio olímpico”

Cuando con 17 años de edad, el muchacho flaco de Bayaguana conquistó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud, en Singapur, en el 2010, la República Dominicana tuvo la primera ojeada de quien podría convertirse en el principal velocista de la historia del país.
Dos años más tarde, en una noche lluviosa y húmeda en el Estadio Olímpico de Londres, en los Juegos Olímpicos del 2012, ya con 19 años, ese mismo muchacho delgado volvió a hacer de las suyas, esta vez ante más de 80 mil personas presentes en el parque.
Luguelín Santos se ríe sin miedo cuando recuerda esos momentos cumbre de su carrera y con la misma confianza con la que brindó apenas la quinta medalla olímpica en la historia de su país, él habla sobre lo que aspira lograr en el futuro inmediato.
“Quiero otro podio olímpico. Estoy trabajando para eso. La experiencia (de Londres) no tengo ni cómo explicarla, tuve tantas emociones que no sé ni cómo explicarlo. Saber que entrenaste cuatro años para un objetivo y teniendo todo en contra, se logró. Es lo más grande que he logrado, fue un momento increíble, no solo por obtener la medalla sino porque lo hice al lado de Félix Sánchez”, dijo Santos al Periódico Hoy luego de una intensa sesión de entrenamientos matutinos en la pista de atletismo del Estadio Olímpico Félix Sánchez, el mismo donde vio a su ídolo correr en los Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003, y donde obtuvo la motivación de entrar a las carreras.
Chiquito entre grandes. En Londres 2012, Santos quedó en segundo lugar detrás de Kirani James, de Granada, un hombre de 6’3” de estatura.
En sentido general, la mayoría de los rivales de Santos en esta modalidad son hombres extremadamente corpulentos y atléticos, pero nada de eso le quita el sueño al dominicano.
De hecho, es todo lo contrario, ya que Santos entiende que tiene a su favor el factor sorpresa o el de ser subestimado por los contrarios.
Más que un temor, competir en esta situación que parecería desfavorable, sirve de motivación para el hombre que reconoce haber comenzado a correr descalzo en su natal Monte Plata, poco antes de los Juegos Nacionales que se celebraron en dicho municipio en el 2006.
“No me intimidan (los corredores fuertes) eso es una motivación. La gente me pregunta que cómo llego tan lejos con esta contextura y eso lo que me hace es que me motiva. Me da orgullo saber que soy dominicano, venir de una isla pequeña como yo y que puedo hacerlo bien y dar el todo por el todo como siempre lo hago para salir ganador”, agregó Santos, de apenas 134 libras de peso.

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