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POR MARÍA CRISTINA RODRÍGUEZ
Consciente de que son pocos los compradores de discos en el país y que debido a ello un artista no puede sustentarse económicamente de sus ventas, Luichy Guzmán llega a la música con grandes deseos de abrir caminos y de mostrarle a la gente que el rock es más que bajo, batería, guitarra y una melena larga.
Contracorriente es el nombre de su primera producción, con la cual también tituló el sencillo que se promociona en la radio.
Cadenas, Sueños lúcidos, Como ninguna otra mujer, Canción de amor del verano pasado y El rey desconocido, son algunos de los temas.
Luichy heredó las venas artísticas de su padre, quien está a cargo de los teclados de su banda. Desde pequeño participaba en las reuniones y ensayos con los amigos de su progenitor, en donde sólo se escuchaban las canciones rockeras de los años 60 y 70.
A la edad de tres años asistía a conciertos en Casa de Teatro en compañía de su tía Ana María Guzmán, quien era la cantante principal del desaparecido grupo Convite.
Luichy incursiona en el canto a principio de los 90 en la agrupación Razón Vital. A partir de 1998 se dedica a trabajar al lado de Amaury Sánchez en los musicales. Estuvo en Jesucristo Super Star, Evita e Imágenes y sonidos de Broadway como asistente musical en el montaje de los coros. Fue el director musical de la puesta en escena del tributo realizado por las principales agrupaciones de rock al cantautor Juan Luis Guerra.
OTRAS FRONTERAS
Al vivir en un país pequeño, donde los oyentes de música son en su minoría de rock, Luichy entiende que es primordial la internacionalización de su disco, el que será lanzado al mercado local el 2 de octubre en el Teatro Manuel Rueda. Lo dedica a su hijo de tres años, Gustavo Alberto.
El también guitarrista definió su estilo como no pesado y estilizado, sin salirse de la línea. Tiene muchas influencias del rock en español y principalmente del británico, con melodías y letras refrescantes.
SU GRUPO
Carolina Rivas y Adan Féliz coros
Luis Quezada, batería
David Vásquez, bajo
Luichy Guzmán padre, teclados
Leo Pimentel, acordeón
