El Partido Unión Demócrata Cristiana (UDC) alertó hoy a todo el pueblo dominicano en el sentido de que bandas de delincuentes, se dedican a  realizar labores sociales en los barrios marginados, para atraerse las simpatías de sus moradores.

 Luis Acosta Moreta, Luis “El Gallo”,  presidente de la UDC , afirmó que en los barrios marginados hay sectores que tienen empatía con los narcotraficantes y rateros, porque éstos les tienden la mano de la  asistencia social cuando tienen un enfermo, un muerto,  o deben inscribir un muchacho en la universidad. 

Agregó que esa raíz de la delincuencia es peligrosa, porque de ese ejercicio es que se nutren los soldados del delito. 

Apuntó que toca a las autoridades hacer las investigaciones de rigor y elevar los programas de ayuda social, para contrarrestar esta manifestación falsamente humanitaria de las pandillas dominicanas.   

 Por esta razón, en muchas ocasiones cuando los agentes de la policía van a detener a un joven acusado de delincuente, en el barrio el mozalbete  encuentra más solidaridad que los agentes del orden público. 

Apuntó que esa situación debe ser sometida a fondo de un análisis profundo de las autoridades, y toda la colectividad nacional, porque hay fallas en la estructura social y política nacional, si la cobertura social en los barrios parcialmente es auxiliada por delincuentes.

Demandó  de una cruzada, con participación de todos los sectores nacionales, para atajar a la violencia que sacude a la sociedad dominicana. 

Manifestó que todos los programas diseñados para atajar la violencia, tienen corte policial y de plomo, por lo que hay que fomentar la fortaleza moral y las condiciones económicas de los barrios. 

Afirmó que muchos de los programas de lucha contra la delincuencia, están basados en buscar el ropaje, lo visible, lo que llama la atención, pero no se va a la raíz del problema. 

De  continuar por esta senda, dijo, se corre el peligro de que las calles dominicanas sean copadas por el crimen y el delito, como está pasando en muchas naciones de América Latina.

Agregó que se debe dar la mancomunión de esfuerzo entre las autoridades, las iglesias, los sectores comunitarios y diferentes áreas que luchan contra la delincuencia.

Pero lo primero es mejorar las condiciones de vida social en los barrios marginados, donde campea el deséemelo y el abandono.