El ex candidato presidencial Luis Abinader insistió hoy que cualquier pacto fiscal que pudiera consensuar en el país, como ha recomendado el Fondo Monetario Internacional (FMI), tiene que darse a partir de un saneamiento de las finanzas públicas, que incluya eliminar las deficiencias, el despilfarro y la corrupción prevalecientes en la gestión pública.
Abinader expuso que el «endeudamiento desenfrenado» a que se está llevando al país se debe, entre otros factores, a que desde 2008 los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) acumulan déficits que cubren con nuevas deudas.
Agregó que lo antes dicho va generando una situación de insostenibilidad financiera, por el alto porcentaje de los ingresos tributarios que debe destinarse al pago de intereses y del servicio de la deuda.
Reiteró que la base de cualquier cambio significativo en la gestión económica del Gobierno, tiene que partir de mejorar la calidad del gasto público, tras indicar que se han hecho entre 2010 y 2017 más de 10 ajustes tributarios y la presión fiscal no aumenta.
Señaló que si el Gobierno del presidente Danilo Medina no se administra adecuadamente, los recursos que provean los tributos «se irán por ese hoyo sin fondo que es la pésima calidad del gasto público que tenemos en el país».
Reforma exitosa. Citó que una reforma tributaria «exitosa» lo más que puede aportar al fisco es un 2% del PIB, unos 80 mil millones de pesos que serían insuficientes para cubrir los déficits del gobierno que en promedio han sido de alrededor de 120 mil millones de pesos en los últimos años.
“Ese simple razonamiento permite entender que el problema no es de pacto fiscal ni de reforma tributaria sino de cortar el desorden existente en la gestión gubernamental”, puntualizó.
Resaltó que la mala calidad el gasto público se observa en instituciones que se repiten y en niveles de corrupción que llevan a que al Gobierno le cueste hasta tres veces más la adquisición de bienes o servicios, respecto a cualquier particular del sector privado.
Terrenos del CEA. De igual forma, el también economista consideró como un crimen que el propio Gobierno, en la persona de su Consultor Jurídico, reconociera ayer que el Consejo Estatal del Azúcar vendía solares para pagar una nómina de 50 millones de pesos, en muchos casos a políticos del PLD, lo que a su juicio es una barbaridad, sea cual sea el partido que esté en el Gobierno. «Eso refleja un inmenso desorden administrativo».
Sostuvo que resulta sorprendente que el Gobierno esté «dilapidando el patrimonio público para que un grupo de políticos esté cobrando» en una entidad que no realiza ya el trabajo de producción y comercialización azucarera que hacía, y que ha devenido en una inmobiliaria que bien podría ser parte de Bienes Nacionales.
Abinader dijo que el caso del CEA se replica en muchas otras instituciones estatales, «donde existen nominillas parasitarias». Condenó que el presidente Medina mantenga ese estado de cosas sólo en razón de conveniencia política, sin importarle ni defender el interés nacional.
Marcha Verde. En otro orden, el dirigente político consideró «una muy hermosa experiencia» la lucha que lleva el colectivo Marcha Verde en contra de la corrupción y la impunidad, «porque además de sus objetivos patrióticos se expresa de manera creativa, pacífica y ordenada».
Expresó que desde el primer día en que se informó de los propósitos de esa lucha, tanto él como su madre, su esposa y otros familiares han dicho presente como cualquier otro ciudadano, «ya que se trata de una lucha de carácter social y de compromiso con los anhelos de cambio a que aspira la mayoría del pueblo dominicano, que se libra sin bandería partidaria alguna».
Abinader se expresó en estos términos al ser entrevistado por Andrés L. Mateo y Julissa Céspedes, en el programa El Despertador.