El ex candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader sugirió hoy que el gobierno gestione una justa indemnización por la sobrevaluación y los sobornos comprobados en la compra de los aviones Super Tucano a la empresa brasileña Embrauer.
Abinader afirmó que de no producirse una indagatoria exhaustiva y satisfactoria, que establezca las debidas sanciones y reparaciones, las autoridades dominicanas estarán justificando las razones del Foro Económico Mundial para colocar a República Dominicana en el octavo lugar entre los países más corruptos en todo el mundo, y el quinto en América Latina.
El líder político expuso que el presidente Danilo Medina debe estar especialmente interesado en el esclarecimiento y sanciones en el caso de corrupción de la compra de los aviones Super Tucano, ya que recientemente hizo un desafío público para que fueran señalados los casos de corrupción en el país.
“De quedarse sin las debidas consecuencias este escándalo de corrupción, ya sancionado en los Estados Unidos y reconocido por las autoridades de Brasil, quedaría en claro que en el país no existe interés real en enfrentar la corrupción”, puntualizó.
En otro aspecto de una entrevista en Aeromundo, Abinader afirmó que el presidente Danilo Medina no necesita agregar nuevos ruidos, a los que ya tiene, permitiendo la elección de autoridades parcializadas en la Junta Central Electoral (JCE) y en el Tribunal Superior Electoral (TSE) que mantendrían sus reclamos frente a una escogencia que a los partidos de oposición y al conjunto de la sociedad les parezca inaceptable.
Dijo que el senado, y al presidente Medina que lo controla, tienen una gran cantidad de profesionales para escoger en la JCE y el TSE funcionarios que merezcan el respeto de todos por actuar con equidistancia frente a los partidos y por devolverle la credibilidad que deben tener esos organismos electorales.
Abinader sostuvo que con el frente político en sosiego, el presidente tendrá la tranquilidad para dedicarse a resolver los problemas de la inseguridad ciudadana, salud pública, educación de calidad y otras carencias que empujan las tensiones y los conflictos sociales.