Luis Enrique-Ancelotti, duelo sin experimentos

Luis Enrique-Ancelotti, duelo sin experimentos

Madrid. El clásico de los clásicos del fútbol español, el Barcelona-Real Madrid, no solo tendrá como protagonistas a 22 jugadores en un partido de alto voltaje. En los banquillos, dos figuras antagónicas, la de Carlo Ancelotti y la de Luis Enrique Martínez, vivirán un duelo táctico sin las sorpresas de antaño que quedarán apartadas para dar paso a una lógica balsámica.

Tanto el técnico italiano como el asturiano ya experimentaron en anteriores choques entre los dos equipos. Lo hicieron sin éxito, dejando a Real Madrid y Barcelona sin puntos y a ambos tocados por la varita mágica de un fracaso que duró noventa minutos.

Ahora, después aquellas ideas en las que variaron sistemas, pusieron a jugadores que no se esperaban o ubicaron a otros en demarcaciones donde no acostumbraban a jugar, afrontarán el encuentro del domingo con una supuesta lucidez con la que intentarán sorprender a su rival sin sorpresas.

Sobre todo, Ancelotti. Él fue el primero de los dos en sufrir ese ataque de entrenador. Cuando no pudo evitar ese síndrome, Luis Enrique estaba al frente del Celta de Vigo.   Fue el argentino Gerardo “Tata” Martino quien se llevó la gloria gracias al error de su homólogo en el cargo. El día concreto, un 26 de octubre de 2013 en la jornada diez del curso pasado. El resultado final, 2-1 para el Barcelona en el Camp Nou.

Ancelotti, recurriendo a una idea de Mourinho que obtuvo algún fruto en este tipo de partidos, decidió sorprender con la inclusión en el centro del campo de Sergio Ramos.

El defensa madridista ya había jugado en alguna ocasión en ese puesto, concretamente con Juan Ramón López Caro, que en 2005 intentó aprovechar la potencia física de su futbolista.   Sin embargo, al entrenador italiano aquello no le sirvió para ganar. Todo lo contrario. Imitar a Mourinho, que ya utilizó a Pepe en la misma posición, fue un error. Y, eso, lo lleva grabado.

Después de aquel partido se justificó, pero una temporada más tarde, parece querer evitar una idea que falló.

“Puse a Ramos para tener equilibrio en el medio. Después de la Juve, Illaramendi tuvo una sobrecarga. Hablé con Sergio, jugó bien y esa es la razón. No hemos jugado con tres centrocampistas defensivos. Creo que Khedira y Ramos han dado equilibrio”, dijo el italiano justo después de sufrir una derrota.

Ha pasado más de un año y, en su penúltima comparecencia de prensa antes del clásico, Ancelotti fue irónico- “Tengo el once bastante claro. Para todos está claro, no hay sorpresas a menos que me vuelva loco.

Esta semana no es difícil. No hay sorpresas, el equipo ya está. Tengo una duda en la portería”, dijo entre risas tras ganar al Levante.

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