Sant Joan Despí.  El entrenador del Barcelona, Luis Enrique Martínez, ha señalado hoy que espera que mañana el Atlético de Madrid juegue con intensidad desde el primer minuto y que despliegue la presión contra la defensa azulgrana para maniatar el juego barcelonista.

El preparador azulgrana ha atendido hoy a los informadores en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva, un día antes del choque decisivo que medirá a su equipo contra el Atlético de Madrid, en la vuelta de los cuartos de fina de la Copa del Rey, a la que accede con una mínima renta en el tanteador gracias al gol de Messi (1-0) en la ida.

“Nuestro objetivo es ganar el partido”, ha señalado el entrenador asturiano, quien desea que el juego de posesión de su equipo se imponga en el centro del campo a partir del cual poder acercarse a la meta rival y crear ocasiones.

No cree que el Atlético le vaya a discutir el balón, aunque ha subrayado que jugadores como Koke o Arda Turam están más que autorizados para dominar el juego con balón en la medular.

No obstante, sospecha que el Atlético será más de “presión arriba” y “contragolpe».   El buen momento que atraviesa el Barcelona desde el tropiezo en Anoeta contra el Real (1-0) no se debe, según Luis Enrique, “a que hayamos tocado una tecla. Esto no es más que un momento de la temporada y espero que aún veamos una versión mejorada, aunque también podrán venir partidos como los de San Sebastián».

A Luis Enrique le impacienta que su equipo consiga cuanto antes imponer “el juego de posesión”, pues con el balón bajo la batuta de los azulgrana podrá sumar oportunidades de gol.

“Si no lo alcanzamos, sufriremos más de lo previsto”, ha señalado.   Para el preparador azulgrana, el juego ofensivo del Atlético cambiará si juega Fernando Torres o Mario Mandzukic, aunque está convencido de que ello no alterará la forma de plantarse en defensa el equipo catalán.

Luis Enrique espera que su equipo sea capaz de desarticular la presión y pasión desbordada que se cernirá sobre el Barça en los primeros instantes del partido, donde un error podría equilibrar la eliminatoria y generar dudas en el cuadro azulgrana.