DENVER.- Luis Flores tiene la desgracia de llegar a un equipo que posee dos de los mejores point guard de la NBA. Pero el novato también comprende que él tiene la fortuna estar en una liga tan competitiva como la NBA.

Earl Boykins ha jugado en 207 juegos consecutivos y Andre Miller 179 al hilo -la sexta y séptima racha más larga entre jugadores activos en liga y los mejores en su posición

Cuando arribó a Denver, el viernes pasado, Flores todavía no puede encontrar lugar entre los talentosos jugadores en el Pepsi Center. Pero él está acostumbrado a esa situación –tratando de abrirse paso entre un fuerte grupo de point guard en la NBA.

El es, después de todo, de New York. Un inmigrante que llegó a Manhattan desde República Dominicana a la edad de 9 años, pero se inició en el juego a los 11. Como él aprovechó la edad colegial en la ciudad, la misma tenía tres talentosos cuard –Andre Barrett, Omar Cook y Taliek Brown- que jugaron en Seton Hall, St. John’s y Connecticut, respectivamente.

Flores jugó primero en Rutgers, y luego fue transferido a Manhattan College. El finalizó su última temporada ranqueado quinto en la NCAA en anotación con 24.6 puntos.

“Sólo el hecho que vengo de New York, parezco que soy parte de esto”, dijo Flores, cuya ciudad posee una tradición de aportar point guards a la NBA.

Flores dijo que está en Denver como un jugador de prácticas, y que era el principal candidato a ir a la lista de lesionados cuando los rumores de adquirir a Wesley Person cundieron en Denver.

“El (Flores) sabe que deberá hacer lo mejor para estar allí”, dijo Miller.

Más, el coach George Karl dijo que “sí Miller y Boykins pueden jugar varios juegos sin lesiones, él no necesitaría un jugador extra de la banca para los sistemas y para jugar”.

Pero el novato, escogido No. 55 por Houston en el draft de junio y luego cambiado a Dallas, está acostumbrado a tomar la ruta más larga hacia el éxito. El elogió a Boykins y a Miller por estar saludables.

“Eso está bien, porque puedo aprender de ellos, también”, dijo Flores.