Santiago de Chile. “Siempre supe que ‘Neruda’ iba a ser muy criticada, porque los chilenos no sabemos lidiar con la ficción”, afirma Luis Gnecco, el actor que encarna al más influyente poeta del siglo XX, en la película homónima dirigida por Pablo Larraín.
Gnecco (Santiago de Chile, 1959) es uno de los cinco nominados a la Mejor Interpretación Masculina en los Premios Platino 2017, que se entregarán el día 22 en Madrid, por su papel protagonista en el filme “Neruda”, una coproducción de Chile, Argentina, España y Francia.
El largometraje, que opta a un total de cinco Premios Platino, entremezcla el humor, la sátira y el género policial al narrar la persecución que sufrió Neruda en Chile entre 1947 y 1949, después de acusar al Gobierno del presidente Gabriel González Videla (1946-1952) de traicionar al Partido Comunista, en el que militó.
“Muchos factores hacen que esta película haya sido un éxito fuera de Chile más que dentro, curiosamente. Pero no me extraña que sea así”, sostiene el actor, quien se enfrentó a los críticos por “desidealizar” la mítica figura de Pablo Neruda.
“En Chile no lidiamos bien con nuestra ficción, somos muy básicos. La gente pretendía que esta fuera una suerte de ‘docureality’, pero para eso es mejor ver una película en History Channel”, asevera.
Gnecco, que ha visto la película más de veinte veces y, dice, aún se sorprende, asegura que él mismo tuvo que despojarse de todo lo que conocía del Nobel de Literatura, con el propósito de volver a estudiar cada detalle de su vida y del período histórico, además de engordar doce kilos.
“Yo hice mi versión de Neruda, le puse mi voz, mi cuerpo. Para eso tuve que olvidar lo que sabía o pensaba de Neruda. Todos tienen una imagen distinta de él, por tanto lo que vean nunca será lo que se imaginaban”, explica. El intérprete revela que en este proyecto confió “a pies juntillas” en el cineasta Pablo Larraín, un artista de talla mundial que a su juicio invita a los actores a “descubrirse y abandonarse”, dejando de lado los tradicionales roles esquemáticos y aprendidos.
Gnecco, que también ganó el premio al mejor actor en el History Havana Film Festival 2016 por su representación del sacerdote Fernando Karadima en “El bosque de Karadima”, de Matías Lira, reconoce que el cine ha logrado vencer las fronteras naturales, lo que significa nuevos desafíos para la industria.
“Es interesante conocer gente nueva, otras realidades, estilos de producción distintos. Los actores estamos hechos todos de la misma madera, tenemos las mismas rutinas, los mismos miedos. Somos todos del mismo barro”, enfatiza.
Agrega que los Platino, entre otras plataformas, permiten unir al mundo cinematográfico iberoamericano, que en su opinión, “gusta mucho” de las producciones chilenas. “La forma en que vemos nuestras historias, cómo las contamos, la forma en la que hablamos, el color de la luz, todo eso es parte de nosotros.