Qué privilegio y gran honor fue conocer a un dominicano que supo honrar a lo largo de su exitosa vida profesional al país que amó, la República Dominicana. Un hombre y amigo como Luis Heredia Bonetti (Q.E.P.D.), del que su esposa, sus hijos y toda su familia, se tienen que sentir altamente orgullosos, porque como abogado, educador, Presidente del Comité Ejecutivo de Semana Dominicana en los Estados Unidos de América, desde la Fundación de Crédito Educativo, APEC y la Federación Interamericana de Abogados, proyectó los mejores valores de la dominicanidad, dentro y fuera de nuestro país.

Luis Heredia Bonetti fue un Lord inglés transplantado al Caribe, por su don de gente, ecuanimidad, su sentido del humor y caballerosidad. Se ganó el aprecio y sincera amistad de cientos de personas, de todos los que le conocimos y laboramos con él, ya fuese en la Fundación de Crédito Educativo o en la firma Kirkwood, Kaplan, Russin & Vecchi (KKR&V). Luego fue uno de los socios fundadores de Russin, Vecchi & Heredia Bonetti, siendo uno de los primeros promotores del derecho empresarial en nuestro país.

Cuando décadas atrás, ningún sector del país pensaba en la diáspora dominicana en los Estados Unidos de América y Puerto Rico, fue mi amigo y compadre, el Dr. Luis Heredia Bonetti, como Presidente de Semana Dominicana en los Estados Unidos de América (SEMADOM), acompañado de un grupo de profesionales y amigos, que promovió con un programa de actividades, que abarcaba San Juan de Puerto Rico, Miami, Washington, D. C., New York, llegando hasta Boston, mediante eventos como seminarios para atraer inversiones, presentaciones sobre el desempeño de la economía dominicana, conciertos de música, presentación de la Orquesta Sinfónica Nacional, formación de las primeras Asociaciones de Profesionales Dominicanos, en San Juan, Miami y New York.

Conferencias en Universidades norteamericanas, firmándose el primer acuerdo entre la Universidad de Setton Hall y la Universidad Apec, como exposiciones de pintura y fotografía en las ciudades mencionadas, como actos de reconocimiento a las dominicanas y dominicanos que habían triunfado en los Estados Unidos y Puerto Rico, muy especialmente a los maestros dominicanos, contribuyendo a elevar la autoestima de nuestra diáspora.

En el marco de Semana Dominicana en los Estados Unidos, presidentes de la República Dominicana y funcionarios de diferentes gobiernos fueron invitados al prestigioso foro del Consejo de las Américas en New York, gracias a la labor incansable de Luis Heredia Bonetti.

Como lo expresara en las palabras que pronuncié frente a su féretro el pasado sábado, en el Cementerio Puerta del Cielo, no sería fácil mencionar a todas y a todos, los que colaboramos durante unos veinte años con SEMADOM, no pudiendo dejar de recordar a dos de ellos, llamados al Seno del Señor, el Ing. Víctor Thomén Ribot y el Lic. Ramón Martínez Aponte.

La diáspora dominicana en los Estados Unidos de América y Puerto Rico, nunca podrá olvidar la campaña impulsada por el Dr. Luis Heredia Bonetti y SEMADOM, junto a otras organizaciones, para que dominicanos y dominicanas, se le otorgase el voto en el exterior, invitando al entonces presidente de la JCE, Lic. Salvador Estrella Sadhalá, los senadores Jaime David Fernández Mirabal y Ramón Alburquerque, Minoú Tavárez Mirabal y otros legisladores, a debatir y promover con la diáspora ese derecho a votar en nuestras elecciones nacionales. Por eso, hoy ejercen el sufragio unos 224,000 votantes en los Estados Unidos de América y Puerto Rico.

Fueron tantas las áreas en las que Luis Heredia Bonetti proyectó su quehacer, que sería prolijo tratar de enumerarlas. Para mencionar sólo algunas, cabría destacar, que miles de jóvenes le deben sus profesiones con crédito educativo; auspició los Coloquios Jurídicos para enriquecer el derecho y proyectó a nuestro país como miembro de la Federación Interamericana de Abogados y el Bar de Abogados en Washington, D. C. y su larga relación de amistad y profesional con Jonathan Russin, miembro fundador de KKR&V.

Descansa en paz querido hermano, amigo y compadre. Gracias por proyectar los mejores valores de la dominicanidad, dentro y fuera de nuestro país, para orgullo de todos los dominicanos, de tu esposa Maureen, tus hijos, Angélica, Luis José, José Miguel y Nora, así como de tus hermanos y demás familiares.