Durante su visita a la República Dominica tuvo que cumplir una agenda de compromisos y trabajos que incluía una visita al Presidente Leonel Fenández, coctel con los medios de comunicación, además de asistir a la premier de la tan esperada película “La Fiesta del Chivo”, escrita por su primo Mario Vargas Llosa y protagonizada por los veteranos actores Isabella Rossellini, Tomas Milian y Paul Freeman.

Con todo y sus compromisos, hizo un aparte para recibir la cámara de En Sociedad, en el piso ejecutivo del Occidental Hotel El Embajador.

Nos recibió con un caluroso saludo, a pesar de que su mirada nos confirmaba lo agotado que se sentía en ese momento, pero esto no fue excusa para que nos hablara de su experiencia como director de cine en una película que él define como su gran proyecto personal, porque hasta la Fiesta del Chivo hizo un cine comercial, casi siempre por encargo y dentro del estilo de Hollywood.

Luis Llosa, como bien lo definen sus compañeros de trabajo, tiene un ojo de águila que le permite percibir el más mínimo detalle en un rodaje.

Como tienen que ser los buenos directores de cine, el señor Llosa controla todo el trabajo durante una filmación, le dedica muchas horas de trabajo, tiene una buena comunicación con todo el equipo y se siente un privilegiado de poder trabajar en algo que le gusta.

Luis Llosa apuesta por el cine criollo porque la República Dominicana posee condiciones para realizar producciones cinematográficas como son su belleza natural, la zona colonial, su geografía y un personal capacitado.

Este cineasta ha trabajado con actores de la trayectoria de Sharon Stone, Silvester Stallone y James Wood en “El Especialista”;  “Anaconda” con Jennifer López y John Voight y, “En el corazón de la jungla” con Tom Berenguer.

Su última propuesta fue “La Fiesta del Chivo”, basada en el libro de Mario Vargas Llosa, que comenzó a rodarse el 11 de octubre de 2004 en Santo Domingo y Madrid con un presupuesto de 8 millones de euros.

Esta película describe la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo durante el período 1930-1961. El guión está basado en un personaje ficticio donde Urania Cabral, es interpretada por Isabela Rosselini, y Trujillo está personificado por el actor cubano Tomás Milian.

“El énfasis en la película no está en la parte política, está más bien en el drama humano que vive una mujer víctima de la violencia y del abuso sexual”, nos comenta.

También forman parte del elenco los actores dominicanos Pericles Mejía, Frank Perozo, Víctor Ramírez, Alfonso Rodríguez, José Guillermo Cortines, Richard Douglas, Nurín Sanlley, Liliana Díaz, entre otros.

Para poder llevar a la pantalla gigante La Fiesta del Chivo, el cineasta peruano se retiró de los estudios de Estados Unidos para invertir casi cinco años en lo que él ha llamado su primer proyecto personal.

¿Qué significado tiene llevar al cine una historia dominicana?

Ha significado la posibilidad de hacer un cine distinto al que venía haciendo. La Fiesta del Chivo tiene como punto de partida una novela muy compleja, con personajes muy ricos y eso tiene un peso mayor que el tipo de cine estrictamente de acción o de aventura que yo estaba dirigiendo. Por otro lado, ha significado llevar una novela muy buena a una adaptación de un tema que me era relativamente familiar porque he vivido de manera intermitente en la República Dominicana.

He visitado en varias ocasiones este país y ya tenía una cierta familiaridad con lo que es el tema de Trujilllo. Una vez que leí esa novela, percibí lo bien que había condensado Mario esa serie de cosas que yo había escuchado. Me interesó mucho, en ese sentido lo que ha significado es haber hecho por primera vez una película con la que yo, a título personal, me identifico más que con las que he hecho anteriormente. Por otro lado, es una historia dominicana, como le repito, es un país por el cual tengo una afinidad, un país que en este caso está reflejando una dictadura como han vivido otros países latinoamericanos.

¿Qué es lo que más desea usted resaltar en esta película?

El énfasis en la película no está en la parte política, está más en el drama humano que vive una mujer víctima de una violencia y de un abuso sexual, ahí fue donde yo puse el acento de la película, más que en aspectos políticos o nacionales, es el drama humano.

¿Tiene planes de hacer nuevas proyecciones cinematográficas en el país?

No tengo un proyecto identificado con fecha, pero me gustaría volver a lo que es un país que reconozco el talento, hay técnicos muy buenos, con buenos escenarios. Siento que ahora hay un apoyo del gobierno, hay muchas condiciones para que uno diga quiero volver a trabajar en este país, un país donde tengo muchos amigos y que me encanta el merengue.

¿Ha tenido usted la oportunidad de ver películas dominicanas?

No he tenido la oportunidad de ver cine dominicano, está pendiente, me interesaría, sobre todo ahora que empieza a desarrollarse un movimiento de mayor producción.

¿Cómo fue la experiencia de trabajar con actores de la trayectoria de Isabella Rosellini y Tomás Milian?

Para empezar, son actores profesionales que a uno como director le aportan mucho. Isabella es una actriz que se deja llevar de la mano del director y  hay una gran comunicación entre ambos. En ese sentido, la experiencia fue positiva y muy enriquecedora, son gente que aportan mucho, lo que facilita de gran manera la labor de un director.

¿Cuáles son sus nuevos proyectos?

Por el momento, voy a dedicarme al lanzamiento de la película. Tengo varias ideas, pero no poseo en este momento una fecha definida para iniciar un nuevo proyecto. Soy propietario de una empresa en Perú que se dedica a hacer televisión, yo no dirijo esas producciones, pero como soy el dueño, mantiene parte de mi tiempo ocupado.

¿Cómo es usted como director de cine?

Soy en general, no sólo como director de cine, me considero muy vehemente, obsesivo con mi trabajo, así esté produciendo una obra de televisión o enseñándole algo a mis hijos. Cualquier cosa que yo hago me involucra mucho, duermo poco, le dedico muchas horas a mi trabajo, soy bastante dedicado; aveces es malo porque me absorbe demasiado y puede ser motivo de provocar tensiones, pero al mismo tiempo tengo la suerte de poderme levantar y trabajar en algo que me gusta. Eso es un privilegio que no tiene todo el mundo en la vida, poder llenar las horas de trabajo con un oficio que a uno le agrada es una suerte.

¿Tiene usted tiempo para otras cosas fuera del trabajo?

Tengo una hija de mi primer matrimonio que se llama Micaela, y ya está empezando a dedicarse al cine. Además tengo una esposa y dos hijos, uno de 14 y otro de 12 años. Cuando no estoy trabajando trato de dedicarle todo el tiempo  a la familia, pues compartir con ellos es algo que me llena mucho, hacer planes en conjunto, viajar, jugar fútbol con mis hijos, son cosas que compensan y que hacen un balance de las tensiones que puedan causar las largas horas de trabajo.

¿Por qué los dominicanos debemos ver la Fiesta del chivo?

Si bien es una etapa oscura de este país, creo que uno tiene que enfrentar no sólo las cosas buenas, sino las negativas también, para de alguna manera reflexionar que no vuelvan a suceder, creo que eso es una razón suficiente, uno tiene que volver aveces al pasado para aprender de el y hacer que esas cosas no vuelvan a pasar en el futuro.