El actor, productor y director de musicales Luis Marcell Ricart desarrolló en su tierna infancia su pasión por los musicales.
Sus ojos brillan por la emoción y sonríe con satisfacción al recordar cuando sus padres lo llevaban a ver los montajes de la fenecida Nuryn Sanlley y de Fidel López y salía impresionado de la sala. Eso era lo máximo para él.
Desde entonces se ha convertido en un “maniático” de estas producciones. “¡De los musicales me atrae todo! Lo visual, la actuación… Armar el muñeco… eso es lo más interesante, el ver cómo todo se fusiona y se une para lograr un resultado final maravilloso”, asegura tras decir que junto a su socio Marcos Malespín Estévez va hasta tres veces al año a Nueva York a ver las producciones de Broadway.
Esto, según explica Luis Marcell, les ayuda a ver y estudiar lo que está pasando en el mercado.
Tras declararse admirador del trabajo que ha hecho Nuryn, Rodgers & Hammerstein, Andrew Lloyd Webber y todo lo hace Disney en Broadway, este joven creador señala que su principal reto es superarse a sí mismo en cada puesta en escena. Esto conlleva corregir los errores, seguir creciendo y subir el nivel.
“Los musicales se han relajado mucho. Hemos tratado de que en cada puesta en escena se cuiden los detalles. Nosotros escribimos los musicales, nuestra producciones son originales. Creamos todo”, indica el joven que tiene entre sus producciones “El milagro de Fátima” y “Hansel y Gretel”.
Muchos disparates. El productor lamenta que en el país se estén haciendo montajes sin calidad.
“Hay muchos disparates en la calle, se hacen muchos disparates y eso nos afecta. Hay muchas producciones que cuentan con los recursos necesarios para ponerlas en escenas, y tú no ves la cantidad de patrocinio que tienen invertido en el proyecto y te quedas preguntaándote ¿dónde está el dinero? Me ha tocado ver puestas en escena que yo digo: “Dios mío, pero ¿y qué es esto?”.
Considera que eso no deber, ya que es una falta de respeto al público que paga por ver la función.
Apuesta por los jóvenes. Como director ha trabajado con jóvenes que aún no son figuras conocidas. Su interés es que otros productores vean el talento joven y nuevo. “La única que hacía eso de tomar muchachos, y nunca me voy a cansar de decirlo, era Nuryn Sanlley, quien cogía a esos muchachos, los formaba y los tiraba al aire y después de “Hairspray” no pudo continuar con eso por motivos de salud. Nadie esta haciendo eso”, señala.
Luis Marcell considera que no es arriesgado trabajar con gente sin experiencia, ya que es más fácil porque ellos están más enfocados y quieren lograr una meta.
Visión. Entiende que en el país hay muchos temas que se pueden explotar para hacer musicales.