Luis Muñoz, en sus 50 años de trayectoria artística

Luis Muñoz, en sus 50 años de trayectoria artística

Por Clara Silvestre

El Caribe tiene su sello indeleble, así también las obras de nuestros artistas, que abrazan nuestra identidad, nuestro sentir y ese carácter especial que nos caracteriza, fruto de la confluencia de razas y costumbres. No es de extrañar, entonces, que la obra de Luis Muñoz esté impregnada de ese encanto, reflejo y matiz isleño. Incluso habiendo residido en otras tierras durante largos periodos de su vida, su trabajo nos identifica, nos representa, pues nunca estuvo lejos: en su ir y venir ataba sueños y construía un puente en el que su obra fue alcanzando madurez.

En “Marejada”, una retrospectiva que celebra sus 50 años de trayectoria artística, realizaremos un recorrido que nos llevará por su proceso de creación particular, el cual ha sido sosegado, sopesado y a conciencia, sustentado en un descubrimiento y búsqueda constantes, de análisis, reflexión y catarsis.

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La obra de Luis Muñoz es espontánea como su trazo, y en ella habita una auténtica mítica caribeña que se refleja tanto en el color como la forma y en elementos que forman parte de nuestra cotidianidad. Así le veo, como un observador de lo que se revela ante nuestros ojos, constituyéndose en ente activo de una realidad personal y colectiva. Un artista que da valor al importante recurso de los materiales, a las ideas que vuelan en su cabeza, y alrededor de ella, a sus constantes momentos de inspiración y regocijo que lleva a la materialización de una obra.

Cuando reafirma que su inspiración es el agua y el mar, me retrae a algunos años atrás cuando escuchaba sus ideas y propuestas, y cuando en 2005 levantó una obra de arte público justo en la avenida Las Américas de Santo Domingo, un pez gigante de color plateado de 7.40 metros de altura y realizado en acero inoxidable, que denominó “Entrar o salir”. Una obra en la que representa la condición de isleño de los dominicanos, y la que no pasa desapercibido ante los transeúntes. Un pez que ha nadado en nuestros mares y ha cruzado océanos, transformándose y reproduciéndose, formando colonias y cobrando vida en las obras de su creador.

En esta retrospectiva titulada ‘Marejada’, que presenta 150 obras de su autoría en el Museo de Arte Moderno, se muestra la síntesis de una vida artística detallada por periodos, donde pueden apreciarse su crecimiento, dedicación y la evolución y diversidad de sus técnicas. ‘Marejada’ nos permitirá compartir con un verdadero trotamundos, como lo he llamado en alguna ocasión: un artista, un alma libre, inquieta y sensible, que ha incursionado en todas las formas del arte.

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