El medallista olímpico, panamericanos y centroamericanos en taekwondo, Luisito Pie, es uno de esos atletas que tiene cabeza propia para opinar de muchos temas y sabe muy bien cuál ha sido la escalera que ha tenido que subir que le han marcado en su carrera para siempre.
Indicó que conquistar una presea de bronce en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 es algo que lo recordará mientras tenga vida.
“No fue nada fácil, muchos piensan que es fácil, pero no es así, son muchas las veces que hay que levantarse a las cinco de la mañana para entrenar mientras miles duermen en sus casas”, añadió el nativo del municipio de Bayaguana, de la provincia Monte Plata.
Fue entrevistado en el “Diálogo con los Deportistas” que produce Franklin Mirabal, editor deportivo de HOY, acompañado de los veteranos periodistas Gustavo Rodríguez, José Cáceres y Primitivo Cadete.
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Explicó que la llegada a la Selección Nacional de Taekwondo, donde compartió con grandes atletas medallistas, como Gaby Mercedes, Geovanny Batermit, Yahaira Peguero, entre otros, al igual que la conquista de la medalla de oro de Veracruz en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 2014 y el Panam de Aguascalientes, en México en ese mismo año, es algo incomparable.
Pie comentó que también la medalla de bronce lograda en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, es algo que le ha llenado a plenitud.
“Eso me abrió las puertas al deporte internacional y reconoció que tenía que trabajar bien duro cada día para mantenerse en ese lugar, aunque también reconoce que las lesiones atacan a los atletas.
Dijo que las experiencias que vivió en los Juegos Olímpicos de 2016 fueron algo increíble. No solo fue alegría y júbilo, también hubo lágrimas, sufrimiento y pensamientos de qué por no pelear el oro, todo se había acabado.
“Veníamos de ganarle a todos los competidores del mundo y teníamos la proyección de ganar una medalla olímpica, pero Dios tenía otros planes y los acepté”, señaló.
Sostuvo que perder de un competidor asiático que lo sacó de la pelea por el oro en estos Juegos Olímpicos, pensó que se había acabado todo, lloró, pero recibió muchas llamadas estimulantes y eso le hizo entender que había otras oportunidades de darle otra medalla al país. Son recuerdos inolvidables.