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MIAMI, EEUU (AFP).- El anticastrista Luis Posada Carriles se someterá el lunes a una corte por cargos de inmigración ilegal, en medio de una disputa entre Estados Unidos y Venezuela, que pide su extradición para volver a juzgarlo por un atentado contra un avión cubano en 1976 que dejó 73 muertos.
Posada Carriles, encarcelado en un centro de Inmigración en El Paso (Texas, oeste) desde su detención en mayo pasado, debe responder antelacorte por el cargo de haber ingresado ilegalmente a Estados Unidos en marzo pasado supuestamente por la frontera con México, que podría costarle la deportación.
Su abogado en Estados Unidos, Eduardo Soto, adelantó que ese día pedirá que lo liberen bajo fianza, que trasladen el caso a Miami, y que renovará la solicitud de asilo político presentada por su cliente en abril pasado, y retirada el 17 de mayo, el mismo día en que fue detenido.
Las Autorides de Inmigración y Aduanas (ICE) afirmaron que se van a oponer a que Posada Carriles sea liberado bajo fianza.
Soto adelantó que la batalla legal contra la deportación de su cliente podría durar «hasta dos años».
El lunes se sabrá también si las autoridades estadounidenses jugarán la carta del pasado terrorista de Posada Carriles para deportarlo.
Antes de presentarle los cargos migratorios, las autoridades estuvieron indagando en su pasado. Solicitaron al diario The New York Times copias de entrevistas realizadas al anticastrista, en las que se atribuyó una serie de bombazos en 1997 contra hoteles en La Habana, que causaron la muerte de un turista italiano, aunque posteriormente se retractó de las declaraciones.
«Me sorprendería si al final eso (acusarlo de violaciones migratorias) es todo lo que hacen» las autoridades, dijo a la AFP Philip Peters, experto en Cuba del Instituto Lexington.
«Es una manera de retenerlo», agregó, pues «no hay nada en nuestras leyes que requieran que protejamos a alguien con su pasado» de un proceso judicial en el extranjero.
«Este hombre claramente era un terrorista por todo lo que ha dicho y por todos los documentos del gobierno» publicados que lo vinculan en hechos terroristas, dijo Peters.
Algunos documentos a los que hizo referencia vinculan a Posada Carrile y al anticastrista Orlando Bosch con el atentado contra el avión de Cubana de Aviación en octubre de 1976 sobre Barbados, que dejó 73 muertos.
El más reciente es un informe desclasificado de la CIA, publicado por el proyecto Archivos de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington, en la capital estadounidense, en el que se indica que Posada Carriles afirmó que «vamos a dar un golpe contra un avión cubano» antes del atentado.
Posada Carriles y Bosch fueron detenidos y posteriormente juzgados en Venezuela por ese atentado, pero inicialmente fueron exonerados de los cargos pendientes a una ratificación de un tribunal de mayor instancia.
Posada Carriles escapó de la cárcel en 1985 y Bosch permaneció encerrado hasta 1987 y regresó a Miami, donde estuvo a punto de ser deportado, pero fue liberado en 1990 tras la intervención del entonces presidente George Bush.
Estados Unidos, por su parte, mantiene un conflicto con Venezuela, que reclama la extradición de Posada Carriles para seguirle el proceso judicial, alentada por Cuba.
Autoridades norteamericanas indicaron a fines de mayo que no iban a detener con fines de extradición a Posada Carriles porque la petición venezolana no se presentó correctamente.
Caracas trabaja en una solicitud más detallada de extradición para procesarlo por homicidio calificado, dijo el viernes el fiscal general Isaías Rodríguez.
En Cuba, el presidente Fidel Castro encabezó una marcha de cientos de miles de personas en La Habana el mismo día en que Posada Carriles fue detenido, pide constantemente que sea extraditado a Venezuela, y organizó un encuentro internacional sobre el terrorismo donde discutió el tema.
Posada Carriles, de 77 años, fue detenido en 2000 en Panamá por intentar asesinar a Castro durante la Cumbre Iberoamericana, y liberado por indulto presidencial en 2004 por la entonces presidenta Mireya Moscoso.
