Luis Scheker Ortiz – La renuncia de Subero

Luis Scheker Ortiz – La renuncia de Subero

Harán muy pocos días, menos de una semana, cuando el magistrado doctor Jorge Subero Isa, presidente de la Suprema Corte de Justicia, convocó a un representativo grupo de juristas y a destacados miembros de la sociedad civil para analizar la situación de la justicia dominicana y sus posibles fallas.

Se quejaba el magistrado Subero de una cierta falta de apoyo de aquellos que tradicionalmente habían sido consecuentes aliados y propulsores de las reformas, mientras resaltaba los logros alcanzados durante su gestión por el Poder Judicial que lo hacía ver como modelo a seguir en muchos otros países de América Latina. Precisamente el magistrado Subero Isa partía al día siguiente a una conferencia con sus pares en Costa Rica.

Aquella reunión fue provechosa. Se habló sin temor ni favor. Con absoluta franqueza se señalaron virtudes y defectos, con transparencia de intenciones, alentando los más nobles propósitos. La complacencia por los resultados de la reunión fue tanta que se acordó mantener un contacto abierto y someter iniciativas que impulsaran las reformas y el mejoramiento de las conductas o irregularidades que la refrenaban o hacían, sentir a lo externo, cierto debilitamiento de su impulso vital.

En ningún momento el magistrado Subero habló de amenazas recibidas o de posible renuncia. Se le vio confiado y decidido a sostener su misión, la que fue emprendida de manera plausible con el nombramiento de los primeros jueces de la Suprema designados por el Consejo Nacional de la Magistratura y que ha dado notables frutos.

Tampoco había rastros de renuncia o abandono de cargo en el discurso pronunciado el Día del Poder Judicial, donde fue notable la ausencia del Presidente de la República y su falta de representación, por el Secretario de la Presidencia, estando presente la Vicepresidente de la República a quien le corresponde por mandato constitucional.

Entonces ¿a qué viene el anuncio de una posible renuncia? ¿Cuáles hechos han motivado la extraña disposición de ánimo del magistrado Subero? Porque el presidente de la Suprema Corte de Justicia prefiere no referirse a ellas, abriendo paso a la especulación, que roza su propia reputación de hombre honesto y comprometido con la independencia del Poder Judicial y su fortalecimiento? A qué le teme, qué preferiría resignar el cargo, que enfrentar los poderes o los males que lo acosan?

Son preguntas que el magistrado Subero deberá responder de inmediato de seguir al frente de la Suprema, como es el deseo de quienes reconocemos su integridad y buenos deseos como también en el caso contrario de hacer efectivo su anunciado propósito.

La renuncias no se advierten, se ejecutan. Lo que se denuncia son las causas que la provocan, pero no para salir por detrás de la puerta. Sino de cara al sol, denunciando al enemigo para, si fuera el caso, otros con mayor valor y conocimiento puedan enfrentarlo.

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