Si Luis Severino logra sanarse, será la mejor adición para los Yanquis antes de clasificar a los playoffs.
Pero el calendario para volver a la rotación abridora, no cuadra.
Severino apenas recibió permiso de comenzar a tirar, anunció Aaron Boone el domingo.
No ha hecho ni un lanzamiento en Grandes Ligas esta temporada.
Asumiendo que no haya retrocesos, tomaría “seis semanas o más”, según el gerente general Brian Cashman el pasado 12 de julio.
Eso pondría a Severino para hacer su primera apertura a finales de agosto o inicios de septiembre.
Un día más tarde, Aaron Boone se hizo eco de los comentarios de Cashman.
“Obviamente le tomará un tiempo ponerse en forma. La esperanza es que vuelva como abridor”, dijo el dirigente de los Yanquis.
“Pero dependiendo de cuánto pueda recuperar, cuánto tiempo nos quede cuando finalmente esté en forma, entonces uno se pone creativo con diferentes roles para él”.
Tenemos un caso bueno de la última vez que los Yanquis fueron creativos con Severino: Fue un verdadero lanzallamas saliendo del bullpen en el 2016.
Luego de un desastroso inicio esa temporada (8.50 de efectividad) y múltiples envíos a AAA, Severino enseñó lo dominante que sería.
En 11 juegos, permitió un sencillo en 23.1 entradas, con efectividad de 0.39.
Los contrarios le batearon .105 y tuvieron slugging de .158.
Su actuación dio la esperanza que sería grande (y lo hizo).
En ocho de esos juegos lanzó entradas múltiples, saliendo de aprietos.
Severino mostró una habilidad de lanzar fuera de su rutina de abridor. Hasta ahora, la rotación abridora de los YAnquis ha estado bien, pero no mucho más.
El WAR de Fangraphs pone a la rotación abridora de los Yanquis en séptimo puesto entre los 15 equipos de la Liga Americana. Si usas la efectividad, están en el puesto 11.
No hay dudas de que el plan A es que Severino vuelva a la rotación, pero por lo visto, el plan B ya se está desarrollando y podríamos ver a Severino como relevista al final del año.