El mejor premio es el reconocimiento y respaldo del público que por más de veinte años ha sido fiel a su estilo de música. Quien así se expresa es Luis Vargas, quien no fue nominado a los premios Casandra y nunca ha sido tomado en cuenta para competir por las codiciadas preseas que entregan los cronistas de arte.

“El mejor premio para mí es el cariño y el apoyo que el público me ha dado por tantos años. El mejor premio es cuando la gente acude a mis presentaciones, cuando me voy de gira y completo una agenda por importantes centros de entretención. Nunca he trabajado pensando que voy a recibir un premio, porque la valorización del público es lo interesante”.

Vargas quedó fuera de las nominaciones en los renglones relacionados a la bachata, en los que salieron favorecidos Elvis Martínez, Joe Veras, Frank Reyes, Zacarías Ferreira y Aventura.

De la selección de nominados dijo que la comparte, porque reconoce que realizan una buena labor. El cantante y músico sitúa como un excelente premio el contrato nuevo que firmó, un concierto que presentará este mes en un teatro de Nueva York, una gira por Europa y una yipeta que compró por más de 120.000 dólares.

“Trabajo mucho y me merezco tener comodidad tanto en el vehículo como en mi casa, la que hice lentamente, sin necesidad de buscar préstamos ni meterme en líos. Todo lo que tengo es producto del trabajo y la disciplina”.

Dejó atrás el doble sentido

Luis, quien en los primeros años se dio a conocer con grabaciones que tenían una carga de doble sentido, dijo que dejó en el pasado esa línea, pero que fue con ella que llegó a la atención de un segmento de público. Interpretar vivencias y temas de amor le permitió conquistar a más personas, por eso después del cambio tiene un mayor mercado.

Casado, feliz y disfrutando de los frutos que da la popularidad, cree que tiene mucho por hacer.