Observando el panorama político nacional, todo indica que el 16 de mayo, lejos de convertirse en cuatro años más para el actual gobierno, será la puerta de salida para un equipo de gobierno con el agrónomo Hipólito Mejía a la cabeza.

A la vez deja una maquinaria electoral como la del Partido Revolucionario Dominicano inmersa en una serie de calamidades, como son la división interna, el descrédito de la corriente del PPH, una pésima gestión económica, una justicia politizada con un Ministerio Público no profesional, el empobrecimiento acelerado de la población dominicana, un liderazgo interno obsoleto y una desmitificación del perredeísmo histórico que significó el Partido Revolucionario Dominicano. Todo esto abre las puertas a la oportunidad de consolidación de un liderazgo remozado, con experiencia gubernamental y equidistante de los conflictos provenientes de la voluntad libérrima del pueblo dominicano, escenificado por el doctor Leonel Fernández Reyna.

Todas estas conclusiones y afirmaciones se soportan con mucha solidez en las tendencias de todas las encuestas (privadas, gubernamentales, empresariales, etc.) que se han realizado hasta el día de hoy. Además el hecho de que los dos principales contendores del doctor Leonel Fernández Reyna estén luchando para llegar a una segunda vuelta, es un indicativo de que se sienten derrotados no obstante faltar menos de 11 días para el día de las elecciones.

Estamos de frente a un candidato que no se duerme, y para que no quede la menor duda acaba de conformar el frente amplio donde participen todos los que se sientan comprometidos con un mejor porvenir para los dominicanos y dominicanas y llama a su militancia a trabajar 24 horas diariamente manteniendo las puertas abiertas para todo aquel que quiera entrar (blanco o rojo, u otra fuerza política), hasta lograr la victoria en primera vuelta el próximo 16 de Mayo.

Estamos en un período de adviento para el país, esperando la llegada de un gobierno cuyo principal propósito es retornar la confianza, para que se produzca la llegada de capitales que se han ido huyendo a las barbaridades que nuestro país ha tenido que soportar en los últimos tres años y medio de gestión perredeísta, para que retorne la armonía y la tolerancia propia de un gobierno democrático, así como reencauzar el Estado y retomar las condiciones que en el país teníamos en agosto del año 2000, para así abrir las puertas a la patria para un mejor porvenir.

El doctor Leonel Fernández Reyna recientemente pone a disposición del pueblo su programa de gobierno a ejecutar en el próximo cuatrienio, siendo el primero y el único en hacerlo, reflejando confianza, compromiso, voluntad y decisión para enfrentar los males que actualmente devoran nuestro país.

Este programa de gobierno hace un diagnóstico de los compromisos que se asumen, y servirán de base para hacer las propuestas específicas de las acciones que serán llevadas a cabo atendiendo a una programación de los recursos presupuestarios.

Debemos resaltar de este programa de gobierno el acápite referente a los desafíos del próximo cuatrienio donde se asume el compromiso de lograr los siguientes objetivos:

1.- Recuperar la estabilidad macroeconómica y reiniciar el crecimiento.

2.- Consolidar la gobernabilidad democrática mediante el fortalecimiento de las instituciones básicas del régimen democrático.

3.- Mejorar la competitividad de la economía dominicana en el plano nacional e internacional.

4.

a. Lograr un mayor nivel de equidad social para la República Dominicana…

b. Lograr sostenibilidad técnica y financiera del sector eléctrico.

c. Lograr la consolidación de un ambiente favorable al desarrollo empresarial.

d. Lograr la generación y consolidación de las pequeñas y medianas empresas.

e. Lograr que las políticas públicas que se apliquen en el orden educativo estén centradas en la expansión del servicio, la optimización del trabajo docente, la calidad de los contenidos de la enseñanza y la instauración de un nuevo estilo de gestión que posibilite el establecimiento de alianzas estratégicas con las comunidades, instituciones gubernamentales y no gubernamentales, con el sector productivo y con los demás sectores del entorno nacional e internacional. Así como una reforma que asegure una formación integral de excelencia.

f. Lograr afianzar la institucionalidad y la democracia, donde primen los valores de la ética individual y social, la solidaridad con los más pobres, el respeto a la ley y las instituciones, la decencia, los valores de convivencia y el permanente diálogo democrático.

Estamos convencidos que el pueblo dominicano ha recibido este mensaje, lo cual se refleja en todas las encuestas hasta hoy publicadas, y que con la realización de estos logros tendremos de frente un gobierno de un partido que cuenta con un proyecto de país por una República Dominicana con progreso económico, democracia real y equidad social.