Luego de la visita al Museo Memorial del Holocausto Yad Vashem en Jerusalén en el año 2000 Luisa De Peña, directora general del el Museo Memorial de la Resistencia Dominicana (MMRD), salió con la firme determinación de que la República Dominicana no necesitaba otro museo de historia, sino uno de memoria, y desde entonces inició un proceso de transformación, junto con el Consejo Internacional de Museo, que un año después declaró a los Museos Memoriales como un tipo de museo diferente.
Al proyecto se unieron una serie de personas, algunos miembros de la resistencia y otros descendientes de familiares del Movimiento 14 de Junio, entre ellos el profesor e historiador Franklin Franco, elaboró los textos; Rosa Arvelo de Mesina, Francis Pou de García y Cristina Gautier de Pérez, constituían el comité de revisión de textos; Noris González Mirabal, hija de Patria Mirabal que tenía 15 años cuando mataron a su madre y a sus tías, las Hermanas Mirabal; Patricia Solano, audiovisuales; Cira Taveras, realización página web; también Luisa De Peña encontró en su madre, abuela y tía abuela sus mejores aliadas.
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Un Recorrido por el MMRD
Durante una visita guiada por la museóloga Luisa De Peña recorrimos las 11 salas del museo como son las salas que describen la tiranía trujillista, las expediciones que se formaron con el objetivo de derrocar el régimen, el asesinato de las hermanas Mirabal, las salas con fotos e información de la primera invasión norteamericana, la Guerra de Abril, los doce años de Joaquín Balaguer, entre otras.
La 40: el centro de tortura de la dictadura
Esta sala temática se encuentra separada porque, según la directora general de MMRD, los visitantes van si quieren. “No te vamos a obligar a ver una réplica de una silla eléctrica o de instrumento de tortura, aunque tenemos la silla original no está en exposición porque cuando nos la dieron yo invité a un grupo de personas que fueron torturados para autentificarla y tuve unas reacciones tan dramáticas que uno de ellos presentó una crisis y tuvimos que llevarlo a emergencia, entonces decidimos que esa silla no se exhibiría mientras uno de ellos tuviera vivo porque hay que tener sensibilidad y respeto. Se puede educar sin llegar al punto máximo del horror de la tiranía”.
Fotos, imágenes, clausulas, objetos, cartas……
Actualmente, el MMRD tiene una colección que sobrepasa los 300 mil ítems que son piezas, fotografías y documentos, de los cuales hay alrededor de 150 mil que están inscritos y declarados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el registro de memoria del mundo.
En cuanto a sus archivos, trabajan con parámetros internacionales porque son patrimonio de la humanidad. “El depósito de colecciones cumple con todos los requisitos de conservación. Gran parte están digitalizados para el acceso al público y el manejo de documento original no está abierto, salvo algunos investigadores y con mucho requisito porque se deteriora mucho”.
Educación y subsidios
El MMRD tiene un financiamiento público-privado. Recibe del Ministerio de Educación un presupuesto anual de 35 millones de pesos a cambio desarrollan un extenso programa educativo que incluye una serie de talleres de formación para docentes y reciben la visita de un mínimo de 40 mil estudiantes gratis cada año.
Otras actividades
Todas las semanas ofrecen un itinerario de actividades con la intención de despertar la conciencia, la resistencia y cultivar la vocación innata del pueblo dominicano por la libertad y la democracia moderna y a la vez que el museo llegue a la mayor cantidad de gente posible para ello realizan conciertos, cinefórum, tertulias con integrantes de la resistencia poco conocidos, concursos de documentales y cortos cinematográficos, entre otros.
Mural de donaciones
Algo que llama la atención es su mural donde se exhiben donaciones de algunos de sus visitantes que desean honrar la memoria de las víctimas del terrorismo de Estado.