Luisa Fernanda Gutiérrez: «Amo este país, lo considero mi segundo hogar»

Luisa Fernanda Gutiérrez: «Amo este país, lo considero mi segundo hogar»

POR MARÍA MERCEDES
Ella nació abrigada por el exuberante verdor de las montañas de Colombia. Su infancia, en ese ambiente natural, transcurrió en total alegría y en compañía de sus padres y hermanos. Aunque ha tenido la oportunidad de vivir fuera de su país por varios años, su llegada a República Dominicana es algo que ha marcado su vida de manera inesperada. Y como afirma, ha sido para bien.

El motivo que le hizo mudarse temporalmente a esta isla del Caribe fue acompañar a su esposo, Alejandro Medina, quien fue contratado para trabajar durante un período de seis meses.

Para ambos, la palabra temporalidad quedó en el pasado, porque ya suman seis los años que tienen residiendo en Quisqueya, los que evalúan como muy positivos en todos los ámbitos de su vida personal y profesional; aunque en su caso particular, ella ha pasado parte de su vida de un lugar a otro, pues desde pequeña recorrió muchos lugares de Colombia junto a su padre, quien también trabajó en bancos.

Su nombre es Luisa Fernanda Gutiérrez, presidenta ejecutiva del Banco Altas Cumbres, entidad bancaria que tiene sede en Chile, y que lleva 25 años en el mercado financiero de América Latina.

Al narrar el génesis de su historia en el país, destacó que los meses pasaron y en esa medida se fueron instalando y acomodando en este terruño caribeño. Cuando se dieron cuenta ya tenían una casa en Colombia y otra en República Dominicana. «Terminamos aquí por casualidad. Si nos hubiéramos puesto de acuerdo para mudarnos de país, lo hubiéramos pensado mucho y tal vez no se hubiera dado».

En ese pasar de los días empezaron a relacionarse con personas, a quienes invitaban a cenar, situación que hizo que poco a poco amueblaran su casa.

RELACIÓN MATERNA: ENRIQUECEDORA EXPERIENCIA

El tiempo que Luisa Fernanda Gutiérrezconcede a Mariana y a Carolina –sus dos hijas- es el que dedica con más amor y esmero. Su mayor satisfacción es que ellas reciban todo el afecto que las hagan sentirse muy queridas.

En tal sentido, afirmó que educar a sus hijas en dos países ha sido una gran experiencia porque ha tenido que mantener viva la cultura colombiana, sin que estén ajenas a la realidad dominicana, por ser ésta la nación donde actualmente viven.

Dijo que Carolina –su hija menor– tenía 7 años cuando llegó, ahora tiene 13, es decir que la mayor parte de su vida ha transcurrido aquí, en República Dominicana.

«Cuando conversa con nosotros lo hace con acento colombiano, pero cuando está con sus amigas de la escuela habla como los dominicanos. Su proceso de adaptación ha sido total, no así con Mariana, quien extraña mucho a Colombia y a sus primas, porque dejó muchos nexos allá, lo mismo ocurrirá con Carolina si algún día tiene que regresar a Colombia porque dejará sus afectos aquí», significó.

Contó que hace unos meses mientras cenaban ella dijo: «¿Pero venga acá y qué e´lo qué…?, de la misma forma en que lo dicen los dominicanos.

Lo que no ha variado en ese proceso de adaptación es el amor que siente por sus hijas. Y asegura que a pesar de que son dos adolescentes, le gusta mimarlas. «Como a ellas les gusta que yo les lleve la leche a la cama en un jarro, aún lo sigo haciendo, porque eso nos hace felices a todas».

Esa es, a su entender, la continuación de la costumbre que su madre tenía cuando ella y sus hermanos eran pequeños. «Tomar café en mi familia es un hábito, porque mamá, desde que se levantaba colaba café y el olor nos despertaba a todos».

María Luisa, su madre, sigue viviendo en Bogotá, donde lleva una vida bastante normal. De hecho, todos los jueves en la tarde se reúne con un grupo de amigas para jugar cartas. «Mi madre es tan audaz que sabe exactamente que carta tiene cada quién. Esa habilidad le acompaña en cada jugada».

En los años que tiene viviendo en el país, su madre ha venido varias veces y le gusta. «Ella se siente muy bien cuando viene aquí».

UNA VIDA ENTRE BANQUEROS

Luisa Fernanda es hija y nieta de banqueros. Esa profesión la ha acompañado desde el día de su nacimiento porque en su familia ha pasado de generación en generación.

Hoy, ella está orgullosa de seguir las huellas de dos personas muy especiales en su vida, su padre y su abuelo. «Tengo más de 15 años de experiencia en el área financiera, logrando ocupar importantes posiciones en el área comercial, operativa, financiera y de crédito».

Actualmente tiene dos años en el Banco Altas Cumbres del país. «Altas Cumbres es un banco que da facilidades a las personas que tienen ingresos menores de RD$30.000, y en el país quiere que se convierta en la entidad de referencia de la banca personal».

Durante cuatro años, se desempeñó como asesora del Banco Popular y permaneció seis meses en BanReservas.

Al referirse a la banca de República Dominicana sostuvo que no es atrasada, pues cuenta con equipos tecnológicos y buenos recursos humanos, lo que les permite desarrollar buenos proyectos que son diseñados por profesionales de un elevado nivel.

CULTURA DOMINICO-COLOMBIANA

Para referirse a este punto indicó: «Hay algo que todos tenemos y es la descendencia de la madre, de hecho por eso se le dice lengua materna. La persona que habla inglés y aprende otro idioma o viene de un país donde se habla español, pero su madre habla inglés, él aprende el idioma de su madre. Claro, la forma en que se vive en una casa se convierte en parte de una cultura, y los niños aprenden a manejar o a diferenciar las dos cosas sin ningún inconveniente».

Puso este ejemplo para resaltar que sus hijas conocen la música colombiana de tan sólo oírla, así como las costumbres de su país de origen, pero a su entender cuando ellas sean adultas decidirán que es lo que les gusta, «yo me imagino que sus casas serán una mezcla de las dos culturas».

«Pienso que la mayor se inclinará más por las costumbres de mi madre, su abuela, mientras que la menor será muy dominicana, porque se adaptó muy bien al país, tanto que concibe que su vida tiene que ser aquí».

«Cuando salimos de viaje y pasamos por La Caleta, ella me dice: «Mami, yo no me puedo imaginar que algún día tenga que vivir en otro país. Eso no lo podría soportar». Realmente, ella ama este país, afirmó.

En medio de ambas culturas está su otra hija Paquita, una hermosa perrita, que cada día le arranca las más cálidas sonrisas, tanto a ella, a su esposo y a sus hijas. La graciosa mascota, al final de la entrevista, salió a saludar a los visitantes e inclusive posó para el lente de este periódico.

MADRE, MUJER Y ESPOSA

Además de trabajar en el Banco Altas Cumbres, ser madre y esposa, Luisa Fernanda Gutiérrez pertenece al grupo de lectura «Letras dominicanas», que se reúne una vez al mes, y que a su entender la ha ayudado bastante en el proceso de sociabilización e integración con la cultura dominicana. Y es que en cada encuentro una o un integrante analiza un libro y la vida del autor asignado. «Yo había eludido mi responsabilidad, pero como los demás compañeros han cumplido con su deber, sólo faltaba yo», afirmó.

Precisamente, al día siguiente de la entrevista le correspondía entregar la tarea, que consistía en hacer un análisis literario de los cuentos del escritor Julio Cortázar, nacido en Bruselas el 26 de agosto de 1914, de padres argentinos y que murió en París en 1984.

Una frase célebre de este escritor y que se aplica a lo que hacen en esa peña literaria es: «Los libros no se agotan en el análisis: hay que vivirlos».

SU AMOR POR LA MÚSICA

«Yo bailo mucho», fue una frase que con su marcado acento colombiano pronunció con sumo entusiasmo. «Donde nací la gente baila, pero no tiene el ritmo del caribeño y del colombiano que vive en el norte. Yo aprendí a bailar en Barranquilla, provincia que visité junto a mi padre en sus viajes de negocios». Sus bailes preferidos son: la salsa, la cumbia, el merengue, el son cubano.

Con una sonrisa en su rostro, confesó que en varias ocasiones ha visitado el Monumento del Son. «Me encanta el ambiente de allá, porque te sacan a bailar unos profesionales que bailan buenísimos. La última vez que estuve con mi esposo le dije que no me dejara sentada ni un minuto, claro, me refería a que me ayudara para que me sacaran a bailar. Luego de haber bailado bastante, cuando salíamos a modo de chiste me dijo: «¡Ah!, espérate que allá hay un señor que no te ha sacado a bailar».

De los músicos dominicanos aseguró que es fanática de Juan Luis Guerra. También hizo dotes con su voz al cantar una estrofa de la canción: «Cuando seamos viejos y los años hagan que tus canas florezcan. Dentro de algunos años, cuando seamos viejos y hayamos dejado».

«Yo creo que si estuve en otra vida fui caribeña, porque me identifico con su forma de su expresión y además me encanta el baile», manifestó.

Para no perder la costumbre, los fines de semana se reúne con varios amigos y amigas, con quienes baila y canta en un karaoke que instalan en su casa. «Encendemos la televisión para montar el karaoke, y aquí cantamos y bailamos. Eso me gusta mucho, porque soy de una familia muy fiestera».

Luisa Fernanda Gutiérrez expresó que en los años que tiene en el país se ha dado cuenta que el dominicano se divierte más fácil que el colombiano.

Puso como ejemplo que un jueves a las 6:30 p. m., transitaba por la avenida Nicolás de Ovando, «!pero que fiesta la que había en un colmado, y a esa hora!, por eso digo que ustedes se divierten con más facilidad. Se toman su cerveza, escuchan música y bailan mucho sin parar».

En tal sentido, agregó que el colombiano hace más el plan y dice: «Bueno, nos vemos el fin de semana y cuadramos el plan, que por lo general empieza a partir de las nueve de la noche y ustedes se reúnen más temprano, pero tenemos en común que no se sabe a qué hora termina la rumba».

PERFIL

Lugar de nacimiento: Colombia
Fecha de nacimiento: 8 de mayo de 1960.
Sus padres: María Luisa Sampedro y Jorge Gutiérrez.
Estudios: licenciatura en Administración de Empresas con especialidad en Finanzas; también es especialista en banca personal.
Ha trabajado en Colombia, Honduras, Canadá, Estados Unidos, México y Ecuador.
Su hermano: Jorge. Sus demás hermanos, Gloria, Juan Carlos y Carlos Mauricio, fallecieron.
Su esposo: Alejandro Medina.
Sus hijas: Carolina y Mariana Medina Gutiérrez.

CORAZÓN ABIERTO

Un libro: las novelas de la escritora chilena Marcela Serrano
Un mal hábito: trabajar en exceso
Un aroma: el café
Un sabor: la papa criolla
Una comida: Ajiaco, sopa bogotana
Un pintor: le encantan las obras de Monet
Detesta: la mentira
Una canción: «Cuando seamos viejos»
Una hora: las 6:00 p. m., porque inicia el atardecer
Pasatiempo: le gusta bucear, también hace ejercicios porque es muy saludable, ya que se libera mucha energía y se renueva más
Un consejo: todo ser humano debe trabajar duro para conseguir lo que se propone
Le encanta: el baile, el vino, el puro y el olor que desprende.

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