POR ROSARIO TIFÁ
Esta es una temporada especial, propicia para la celebración de fiestas donde el lujo y glamour se acentúan en la confección de elegantes trajes, así como la elaboración de exquisitas joyas, accesorios y otros complementos del vestuario.

Es una época en que las personas se empeñan en lucir sus mejores prendas, sobre todo para la cena de Nochebuena, en la intimidad del hogar o para recibir el nuevo año en un exquisito salón de fiesta.

Cuando hablamos de accesorios y prendas preciosas, en esta temporada predomina el dorado como rey de los colores combinado con bronce y oro antiguo, realzados con un destello de cristales en diversas tonalidades.

Además, de acuerdo al reputado diseñador de joyas Ricardo Molast, tampoco se pueden descartar los materiales étnicos como los caracoles, la madera, combinados con ámbar y bronce.

En todo este manjar de exquisiteces en materia de collares, pulseras, aretes, brazaletes y anillos, los cristales, especialmente de swarosvki, están muy de moda.

Para Ricardo el oro se convierte en la unificación de los colores y el negro adquiere destello para hacer un caleidoscopio de colores, observándose en ocasiones en dorado antiguo y bronce así como en tono beige.

Sostiene que en esta temporada de fiestas la mujer debe estar sumamente glamourosa, elegante y sentirse como una verdadera Lady.

El mercado le presenta diferentes oportunidades para lucir a toda hora del día y de la noche, sin importar los materiales que se utilicen en la elaboración de una buena prenda.