Lula compara opositores con golpistas Venezuela

Lula compara opositores con golpistas Venezuela

Brasilia,  (EFE).- Las declaraciones en las que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva comparó a la oposición brasileña con golpistas venezolanos agravaron la crisis política del país y dejaron en duda la aprobación del presupuesto de 2006.

La oposición, que reaccionó duramente a las declaraciones del jefe de Estado y las atribuyó a un «desequilibrio» emocional, amenazó en represalia con votar en contra del presupuesto del Estado para el próximo año cuando faltan pocos días para el fin de la legislatura.

Pese a la posibilidad de una radicalización aún mayor, la amenaza obligó a los líderes del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) a salir hoy en defensa del mandatario y a acusar de «desequilibrada» e «irresponsable» a la oposición.

«Hay sectores de la oposición que son responsables y democráticos, pero es evidente que hay sectores golpistas», dijo el portavoz del PT en el Congreso, senador Aloizio Mercandante.

«¿O acaso es responsable y equilibrado comenzar un nuevo año con inversiones paralizadas y sin recursos para las obras públicas sólo para desgastar electoralmente al actual gobierno?», se preguntó el portavoz del partido en la Cámara Baja, diputado Henrique Fontana.

El nuevo debate comenzó el viernes cuando Lula, en una breves declaraciones que concedió en Montevideo tras participar de la Cumbre del Mercosur, acusó a la oposición de golpista.  «Hay algunos que dicen que cuando participo en un acto público actúo como si fuese Hugo Chávez (el presidente venezolano), yo les digo que no. Pero mis adversarios sí están actuando como lo hizo Fedecámaras contra Chávez. Es decir: intentando hacer golpismo», afirmó el jefe de Estado.

Lula aludió al papel que tuvo la principal patronal venezolana durante el golpe de estado del 11 de abril de 2002 en Venezuela que derrumbó del poder a Chávez por algunas horas.

El mandatario ya había hecho la misma comparación en una entrevista publicada este viernes por la revista «Carta Capital», en la que se refirió a las denuncias de corrupción supuestamente infundadas que la oposición viene haciendo contra su gobierno.

En las últimas semanas el presidente ha manifestado su contrariedad con el «denuncismo» con que los opositores intentan anticipar el debate de las elecciones de octubre del próximo año, en las que puede ser candidato a la reelección.

Varias de dichas denuncias, sin embargo, han sido probadas por diferentes comisiones parlamentarias instaladas desde junio y que investigan acusaciones de corrupción contra el PT, partido que Lula fundó en 1980 y con el que venció en las elecciones de 2002.

Las acusaciones provocaron la caída de los principales dirigentes del PT, han obligado a Lula a destituir a varios colaboradores y generaron la mayor crisis política desde el proceso por corrupción de 1992 que concluyó con la renuncia del presidente Fernando Collor.

La decisión del jefe de Estado de atribuir el sinfín de denuncias a un supuesto intento de golpe, por lo mismo, fue aprovechado por la oposición para contraatacar al mandatario.

«Lula está emocionalmente desequilibrado debido a la pérdida gradual de respaldo y de credibilidad ante los brasileños», afirmó el portavoz del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) en la Cámara Baja, diputado Alberto Goldman.

«No hay nada que le permita al Presidente hacer esa declaración. Basta recordar que, por presión de algunos sectores, ni siquiera hemos pedido la apertura de un juicio político para intentar dejarlo sin mandato», agregó el líder opositor.

Los principales dirigentes del PT aprovecharon una reunión de la dirección nacional del partido en Sao Paulo este sábado para salir en defensa del mandatario.

«La vocación golpista de algunos sectores opositores siempre estuvo vigente. Basta recordar que en los últimos sesenta años apenas tres presidentes democráticamente electos concluyeron sus mandatos. Espero que esas tesis, que son minoritarias, no prosperen», dijo Mercadante.

Según Fontana, algunos sectores de la oposición pensaron en un ambiente golpista cuando estudiaron la hipótesis de abrirle un juicio político al mandatario.

«Además, es lógico que, en un ambiente en que algunas denuncias son serias, se mezclan otras que tan sólo tienen propósitos electorales. En mi opinión es a eso a lo que el presidente se refiere (cuando acusa a la oposición de golpista)», agregó. EFE

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