Reafirmó su creencia en Dios en su discurso e hizo un guiño al cristianismo y a la familia, dos de os ejes de campaña Bolsonaro
El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, favorito para elecciones brasileñas de octubre, se reunió ayer en Río de Janeiro con pastores en intento por cortejar el voto de los evangélicos, una de las principales bases electorales de su rival, el mandatario Jair Bolsonaro.
A menos de un mes de los comicios, el líder del Partido de los Trabajadores se desplazó hasta Sao Gonçalo, una deprimida comunidad localizada en la zona metropolitana de Río con gran número de iglesias pentecostales y que, en las elecciones de 2018, apoyó en masa a Bolsonaro, con un 67.35 % de los votos.
Le invitamos a leer: Netflix: “The Crown” detiene rodaje de sus episodios finales tras muerte de Queen Elizabeth
Respaldado por centenas de líderes evangélicos, Lula da Silva (2003-2010) reafirmó su creencia en Dios en su discurso e hizo un guiño al cristianismo y a la familia, dos de os ejes de campaña de Bolsonaro, candidato a la reelección.
“Si hay un brasileño que no necesita probar que cree en Dios, ese brasileño soy yo. No habría llegado donde llegué si no fuese la mano de Dios guiando mis pasos”, declaró Lula. “Estoy seguro de que de allí encima él me va a decir- Lula, cuida de este pueblo».