A poco de cumplirse dos meses de su detención, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva reapareció públicamente y prestó declaración ante la justicia federal, pero esta vez en una causa que no lo tiene como implicado.
Preso y condenado por la Operación «Lava Jato», Lula negó el posible delito de pago de coimas en la elección de Río de Janeiro como sede de los Juegos Olímpicos 2016, en un testimonio convocado por la defensa del ex gobernador de Río de Janeiro Sergio Cabral, imputado y actualmente detenido. Fue el primer discurso público de Lula desde que quedó detenido en Curitiba, el 7 de abril, por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero. Vestido de traje y corbata, Lula prestó testimonio por videoconferencia desde la Superintendencia de la Policía Federal, en Curitiba, donde cumple una pena de 12 años y un mes prisión.