Lula: El hambre es el arma más potente

Lula: El hambre es el arma más potente

NUEVA YORK (AFP).- El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, aseguró este jueves en la sede de la ONU que el hambre «es el arma de destrucción masiva más potente», al tiempo que pidió una reforma de la institución para que América Latina tenga voz en el Consejo de Seguridad.

«No hay arma de destrucción masiva más potente que el hambre», afirmó Lula, en un discurso ofrecido a los representantes de cerca de 1.500 empresas y 50 Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que participaron en la conferencia de la ONU «Impacto Global», cuyo objetivo es humanizar la globalización.

«No mata a soldados. Mata a niños, a mujeres y a jóvenes», lamentó el presidente brasileño, a dos pasos de la sala del Consejo de Seguridad, donde Estados Unidos acusó a Irak de tener armas de destrucción masiva, que no han sido halladas tras la guerra.

Tal como ya lo había hecho el pasado año en la cumbre del G8 en Evian (este de Francia) y en el Foro Económico de Davos (Suiza), Lula trató de convencer a la comunidad internacional de implicarse en la lucha contra el hambre, su tema emblemático desde el inicio de su mandato hace año y medio.

«Creo que es nuestra responsabilidad mediante gestiones y acciones (…) cambiar un poco la historia de la humanidad», explicó. «Tenemos en nuestras manos la posibilidad de hacerlo y tenemos que hacerlo», concluyó, bajo los aplausos de los presentes.

El presidente recordó que la gente que pasa hambre «no pertenece a partidos o a sindicatos y ni siquiera tiene tiempo de ir a la iglesia».

En su discurso, el mandatario volvió a arremeter contra los «escandalosos» subsidios agrícolas de los países ricos que «distorsionan» el mercado internacional y penalizan las exportaciones de los países en desarrollo.

En una rueda de prensa posterior, Lula exigió una reforma de Naciones Unidas: «La ONU no puede continuar con las mismas estructuras que cuando ha sido creada hace 60 años. Se necesitan cambios, adaptaciones a las nuevas realidades», aseguró.

«No es una mala cosa para la ONU que haya países como Brasil u otros que exijan una mayor democracia y una mayor participación de otros países», agregó.

El mandatario pidió asimismo que América Latina sea representada en el Consejo de Seguridad. «Es un derecho para los latinoamericanos tener a un representante permanente, como lo es para Africa y Asia», afirmó.

Antes de regresar a Brasil, Lula hizo un balance positivo de su encuentro del miércoles con cerca de 500 empresarios estadounidenses, a los que trató de convencer de que «Brasil es un buen negocio».

«Tuvimos una acogida excepcional», aseguró.

Según él, los ocho ministros (Exteriores, Economía, Planificación, Industria, Agricultura, Minas, Tecnología y Turismo) que lo acompañaron «quedaron satisfechos por las preguntas y las conversaciones que mantuvieron con numerosos sectores de la economía estadounidense».

El presidente también se declaró convencido de que «la economía brasileña alcanzó un ritmo de crecimiento sostenido», tras registrar un crecimiento del 2,7% en el primer trimestre.

Lula hasta reconoció haber bromeado con los representantes de las agencias calificadoras. «No entiendo por qué el riesgo país de Brasil es a veces tan alto», les dijo.

«No tenemos guerras, no tenemos guerrilla, tampoco volcanes o ciclones. Tenemos a veces un poco de nieve pero apenas dura media hora», declaró.

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