Lula, Kirchner y Chávez muestran respaldo a Evo

Lula, Kirchner y Chávez muestran respaldo a Evo

PUERTO IGUAZU, Argentina (AP).– Los presidentes de Argentina, Brasil y Venezuela dieron ayer, jueves, su respaldo a la nacionalización boliviana de los hidrocarburos y acordaron discutir los precios del gas «en un marco racional y equitativo’’.

«Respetamos y saludamos la decisión soberana de cada país y en este caso del pueblo boliviano’’, dijo el presidente argentino Néstor Kirchner durante una conferencia de prensa en la ciudad de Puerto Iguazú, al norte de Argentina, donde se reunieron los cuatro mandatarios.

En el documento final de la cumbre los presidentes coincidieron «en la necesidad de preservar y garantizar el abastecimiento de gas favoreciendo un desarrollo equilibrado en países productores y consumidores’’ e invitaron a Bolivia a integrarse al Gasoducto del Sur.

La decisión del mandatario boliviano Evo Morales de nacionalizar la explotación de los hidrocarburos de su país causó alarma en Brasil, y en menor grado en Argentina, y considerable preocupación en las empresas petroleras europeas que explotan ese recurso boliviano.

Bolivia, que posee la segunda reserva de hidrocarburos de la región después de Venezuela, le vende a Brasil diariamente unos 26 millones de metros cúbicos de gas, lo que representa la mitad de la demanda interna brasileña.

Argentina importa una cantidad muy inferior, unos cinco millones de metros cúbicos, que le son de suma importancia para superar la grave crisis que vivió desde 2001.

Bolivia, a través del titular de la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Jorge Alvarado Rivas, confirmó que se propone pedir un incremento en el precio del gas exportado a Argentina y Brasil.

«Reconocemos el papel de Bolivia de definir su soberanía sobre sus riquezas naturales’’, sostuvo el presidente brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva al fin del encuentro.

«En esta reunión nosotros garantizamos que habrá el abastecimiento a los países que necesitan de gas y que los precios serán discutidos de la forma más democrática posible entre las partes involucradas’’, añadió.

A pesar de que el tema del gas dominó el encuentro, los cuatro mandatarios aprovecharon la reunión para oficializar la incorporación de Bolivia al megaproyecto del Gasoducto del Sur, impulsado por Venezuela, que contempla transportar gas desde ese país hasta Brasil y Argentina a lo largo de 9.000 kilómetros de tuberías con una inversión prevista en 20.000 millones de dólares.

Lula ya había desmentido el miércoles una crisis con Bolivia, pero ese mismo día la petrolera estatal Petrobras anunció que suspendía toda nueva inversión en ese país y que no aceptaría aumentos en el precio del gas.

Morales contaba desde antes de la cumbre con el fuerte respaldo del presidente venezolano Hugo Chávez, quien en la víspera en La Paz le informó que la petrolera estatal venezolana PDVSA comenzará a operar en suelo boliviano.

A su llegada el jueves a Puerto Iguazú, Chávez negó que se hubiese creado tensión en la región por la nacionalización boliviana. «Algunos quieren generarla, pero nosotros somos especialistas en aplacarla’’, dijo.

Según Chávez, «las contradicciones internas de nuestros países también generan tensiones pero siempre y cuando, como en este caso, se imponga la gran política y la visión de los líderes, no hay tensión que valga, cuando hay voluntad de integración’’.

Garantiza  flujo gas

PUERTO IGUAZU, Argentina (AFP).- Bolivia le aseguró a Argentina y Brasil el abastecimiento de gas natural y que discutirá un nuevo precio en forma bilateral con ellos, anunciaron ayer, jueves, sus presidentes tras una reunión cumbre en esta ciudad argentina, a la cual asistió también Venezuela.

“El abastecimiento de gas está preservado”, dijo el presidente de Argentina, Néstor Kirchner tras cinco horas de conversaciones con sus pares de Bolivia, Evo Morales; Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva; y Venezuela, Hugo Chávez.

La reunión fue convocada de urgencia luego de que el lunes Morales anunció la nacionalización de la producción de hidrocarburos, medida que puso especialmente en alerta a Brasil, cuya petrolera estatal Petrobras es la mayor empresa extranjera en Bolivia.

Las discrepancias sobre el futuro de Petrobras en Bolivia —donde tiene inversiones por 1.500 millones de dólares— así como los nuevos valores del gas, deberán ser discutivos bilateralmente, dijo Lula tras la cumbre.

Tanto Argentina como Brasil son grandes consumidores del gas boliviano.

“Garantizamos en esta reunión el abastecimiento, y que los precios serán discutivos entre las partes”, dijo Lula, un día después de que Petrobras anunciara que no admitiría aumentos fuera de los mecanismos previstos en los contratos suscritos con Bolivia.

Los presidentes suscribieron una declaración conjunta que afirma que “la discusión sobre los precios del gas debe darse en un marco racional y equitativo, que viabilice los emprendimientos”.

Además, los nuevos valores tendrán que buscar “un desarrollo equilibrado en los países productores y consumidores”.

Lula rehusó comentar si Petrobras revisará su decisión de suspender sus proyectos de incrementar las inversiones en Bolivia, entre ellas el proyecto de de expandir en 15 millones de metros cúbicos diarios la cantidad de fluido importado desde Bolivia.

“Petrobras es una empresa independiente que invertirá donde tenga posibilidades y donde le convenga”, precisó el mandatario brasileño sin dar detalles.

Al igual que sus pares de Venezuela y Argentina, Lula reconoció el derecho de Morales de disponer la nacionalización de sus riquezas.

“Los nuevos precios (del gas) serán discutidos en la forma más democrática posible. Reconocemos la situación difícil de Bolivia y del presidente Evo Morales. Reconocemos la soberanía de Bolivia sobre sus recursos”, dijo Lula.

“Brasil no quiere hegemonías, quiere asociaciones”, subrayó el mandatario brasileño, que rehusó hacer comentarios a las críticas que funcionarios bolivianos formularon a Brasil, país al que acusaron de “chantajear” y de “saquear” los recursos del país más pobre de América del Sur.

 Morales dijo estar satisfecho con la entrevista y, al igual que Lula, eludió comentar las críticas contra Brasil.

El presidente boliviano dijo que recibió apoyo y solidaridad de sus colegas y que eso “resuelve cualquier susceptibilidad y preocupación” entre los gobiernos.

Los presidentes señalaron en su declaración que están empeñados en llevar adelante un gasoducto gigante que servirá a toda Sudamérica, un proyecto lanzado la semana pasada por los presidentes de Argentina, Bolivia y Venezuela.

Chávez, cuyo país concentra junto a Bolivia las mayores reservas de gas de la región, dijo que Morales aceptó sumarse al emprendimiento, cuyo costo estimado es de unos 20.000 millones de dólares.

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