Sao Paulo. El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva afirmó hoy estar “ansioso” por declarar ante el juez Sergio Moro en una audiencia fijada para el próximo 3 de mayo, en el marco de la investigación por el escándalo de corrupción en la petrolera Petrobras.
“Estoy ansioso por la declaración. Va a ser la primera oportunidad que tendré de saber cuál es la acusación que hay contra mí, que tipo de pruebas tienen”, aseguró Lula a la Radio O Povo, del estado de Ceará (noreste).
Lula comparecerá por primera vez el próximo 3 de mayo en Curitiba, capital del estado de Paraná, ante el juez Moro, responsable por las investigaciones del gigantesco escándalo de corrupción en la petrolera estatal.
El exmandatario, contra el que fueron abiertos cinco procesos, ha dirigido en los últimos meses duras acusaciones con Moro, a quien ha acusado ante la ONU de cometer diversas arbitrariedades.
No obstante, el exjefe de Estado resaltó este viernes que Moro “cumple un papel importante en la historia del país” y confió en que el juez presente pruebas concretas y no solo “convicciones».
“La única cosa que condeno es que usen a la prensa para condenar a las personas antes de tener las pruebas. Primero tiran al ciudadano al suelo, lo envían al limbo, lo destruyen moralmente y políticamente y después va a un juicio”, agregó.
Lula, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010, admitió estar “tranquilo” de cara a la audiencia prevista para mayo, en la cual se esperan seguidores y detractores del expresidente a las puertas del juzgado de Curitiba en el que transcurre el proceso. “Estoy muy tranquilo, si hay un ciudadano brasileño que quiere la verdad y la más pura verdad soy yo”, resaltó.
El exmandatario también conversó sobre el juicio político que analiza las supuestas irregularidades en la campaña electoral de 2014 que llevó al poder a Dilma Rousseff y a su entonces vicepresidente, Michel Temer, y definió el proceso de “innecesario».
«¿Usted intenta, a esta altura del campeonato, anular el mandato de Dilma, que ya fue destituida? Pienso que la desgracia que tenía que ser hecha contra Dilma ya la hicieron”, concluyó.
El tribunal electoral, que esta semana suspendió el juicio dos horas después del comienzo, analizará la demanda interpuesta por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) sobre supuestos hechos de corrupción y abuso económico en la campaña que en 2014 encabezó Rousseff, quien fue destituida el 31 de agosto de 2016 por unas irregularidades en las cuentas públicas.