GINEBRA (AFP).- El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, y el secretario general de la ONU, Kofi Annan, apuestan por la lucha contra el hambre para reactivar el multilateralismo, al reunirse el viernes en Ginebra con el mandatario francés, Jacques Chirac, y el chileno Ricardo Lagos.
«La reunión de Ginebra constituye el inicio de una nueva agenda internacional», aseguró a la AFP Jean-Michel Blanquer, director del Instituto francés de Altos Estudios de América Latina (ISHEAL), quien destacó la presencia de Annan al lado de tres mandatarios que se habían opuesto a la guerra en Irak sin el aval de la ONU.
«Es una reunión de países emblemáticos que quieren decir juntos la misma cosa bajo auspicio de la ONU», explicó el analista. «Se busca indudablemente darle un marco multilateral a la ayuda al desarrollo», subrayó.
«En un contexto de posguerra en Irak, el objetivo es demostrar a la vez el renacimiento del multilateralismo y darle credibilidad» con una reunión dedicada al hambre y no a la seguridad, agregó Blanquer.
El propio Lula adelantó que dicha «importante reunión puede culminar con un proceso más fuerte y eficiente para otras reuniones», en una probable alusión a la cumbre sobre el desarrollo convocada por Annan la pasada semana en Davos (este de Suiza) para el mes de junio en Nueva York.
El secretario general de la ONU había declarado en el Foro Económico Mundial que «era hora de reequilibrar la agenda internacional» y lamentó que la guerra en Irak y la lucha antiterrorista desviara «en los últimos años nuestra atención» de los problemas del hambre y la pobreza.
Hace un año, en la misma tribuna de Davos, en plena crisis diplomática entre partidarios y adversarios de la guerra contra Irak, Lula había declarado que la lucha contra la pobreza tenía que ser prioritaria y había presentado su idea de crear un fondo mundial contra el hambre.
Seis meses después, el presidente brasileño acudió al G8 de Evián (este de Francia), a unos 40 km de Ginebra, en busca de apoyo a su propuesta y sugirió entonces la posibilidad de que dicho fondo sea financiado por una tasa sobre la venta de armas.
Pese a que el G8 no dedicó ni una línea a la idea de Lula en su comunicado final, Chirac se mostró interesado y decidió acudir a la cita de Ginebra para examinar como «cómo luchar mejor contra el hambre en el mundo», en compañía de Annan, Lula y Lagos.
Según Blanquer, la presencia de Lagos «no es inocente». «Representa a la América Latina que funciona con un gobierno con preocupaciones sociales», explicó. Desde su punto de vista, es un respaldo para Lula en la reunión.
Tampoco es inocente la presencia de Chirac, quien lideró en el Consejo de Seguridad la oposición a la guerra contra el régimen de Saddam Hussein y asumió el papel de gran defensor del multilateralismo.
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Dominique de Villepin, visitará precisamente Brasil, Chile y Argentina a principios de febrero.