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PUERTO PRÍNCIPE (EFE).- Los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y Uruguay, Jorge Batlle, visitaron ayer a sus tropas en Puerto Príncipe, horas antes de asistir al «partido por la paz» entre las selecciones de fútbol de Haití y Brasil.
Lula llegó a Puerto Príncipe ayer en un avión de la fuerza aérea brasileña procedente de Santo Domingo, donde participó en los actos de toma de posesión del nuevo presidente dominicano, Leonel Fernández, y en una «mini-cumbre» con los gobernantes de varios países centroamericanos y caribeños.
El presidente de Brasil llegó a la capital haitiana acompañado de su esposa, Marisa Leticia Rocco, y del recién nombrado representante especial de la ONU en Haití, el chileno Juan Gabriel Valdés.
Tras ser recibido por el presidente interino de Haití, Boniface Alexandre, y el primer ministro, Gérard Latortue, Lula visitó al contingente brasileño destacado en este país, ubicado en las proximidades del aeropuerto internacional de Puerto Príncipe.
El jefe del Estado brasileño aprovechó la ocasión para «plantar un árbol de la paz» en esas instalaciones militares.
Brasil comanda la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH), compuesta por efectivos militares y policiales de varios países.
La MINUSTAH tiene como objetivo ayudar a la pacificación de Haití tras la caída del presidente Jean-Bertrand Aristide, quien fue desalojado del poder y abandonó el país dejándolo al borde de una guerra civil a finales del pasado febrero.
Batlle, por su parte, llegó ayer a Puerto Príncipe y hoy visitó a las tropas de su país que, integradas en la MINUSTAH, se encuentran destacadas en la capital haitiana.
Lula y Batlle tienen previsto asistir esta tarde al «partido por la paz», que enfrentará a las selecciones de fútbol de Brasil y Haití en el estadio Sylvio Cator en Puerto Príncipe.
Este partido ha sido una iniciativa conjunta de los gobiernos de Brasil y Haití para contribuir a la paz en este país caribeño mediante un llamamiento al desarme de la población a través de lo que ya se ha bautizado como «la diplomacia del fútbol». EFE
