El Lupus Eritematoso Sistémico (LES) es una enfermedad autoinmune, sistémica y crónica donde nuestro sistema inmunológico ataca por error sus propios tejidos y órganos, causando inflamación. Dentro de los órganos afectados se incluyen: la piel, articulaciones, riñones, cerebro, corazón, pulmones y vasos sanguíneos.
Afecta, principalmente, a mujeres en edades reproductivas, entre los 15-40 años, con una proporción 9:1 con relación a los hombres. Sus causas no se conocen con certeza, pero se considera que el origen es multifactorial: genéticos, medioambientales (infecciones virales, luz ultravioleta, medicamentos, tabaco), hormonales e inmunológicos.
Los principales síntomas incluyen: fiebre, fatiga o sensación de cansancio frecuente, dolor de cabeza, mareos, sensibilidad al sol, enrojecimiento de la piel, que aparece en las mejillas y sobre la punta de la nariz con forma de mariposa, pudiendo parecer una quemadura solar, pérdida del cabello, úlceras en la boca, dolor e inflamación en las articulaciones, cambios de color en los pulpejos de los dedos, desencadenados por el frío o estrés (fenómeno de Raynaud), hinchazón en piernas o alrededor de los ojos, confusión y trastornos de la memoria.
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Como consecuencia de la inflamación general, puede provocar daño: renal (nefritis lúpica), cardíacos (miocarditis, pericarditis), inflamación de los vasos sanguíneos (vasculitis), trombos, inflamación del tejido que rodea los pulmones (pleuritis), que puede llevar a que sea doloroso respirar. En el cerebro (eventos cerebrovasculares (hemorrágicos e isquémicos), convulsiones (10-20 %), disfunción cognitiva (déficit de memoria, deterioro de la función ejecutiva, dificultad para concentrase, confusión), neuropatía periférica (mononeuritis y polineuropatías).
La salud mental en estos pacientes puede verse afectada por diversos factores, incluyendo los síntomas de la enfermedad, sus tratamientos y el impacto emocional de vivir con una patología crónica. El lupus neuropsiquiátrico afecta entre el 80-90 % de los pacientes. Estas manifestaciones se pueden presentar en cualquier momento de la enfermedad y tienen un impacto significativo sobre la calidad de vida, la funcionabilidad y el pronóstico general del paciente.
La depresión, ansiedad y cambios de humor son comunes en éstos. Un estudio muestra que el 25 % presenta depresión y el 37 % ansiedad mayor. El dolor, la fatiga y otros síntomas del lupus pueden aumentar el riesgo de padecer estos trastornos del estado de ánimo, así como también, trastorno por consumo de sustancias ilícitas e ideación suicida.
La psicosis lúpica es poco común, 2-11 %. Se caracteriza por la presencia de alucinaciones visuales e ideas delirantes de persecución y grandeza, ocurriendo, especialmente, durante brotes agudos.
Por la variabilidad de los síntomas, la evaluación psiquiátrica debe ser integral, valorando detalladamente tanto los síntomas psiquiátricos como los factores psicosociales y calidad de vida. Pueden ser útiles las escalas de depresión de Hamilton o la escala de ansiedad adaptadas a la población con LES. También se precisa de una minuciosa evaluación neurológica.
La psicoterapia en pacientes con LES tiene como objetivos: mejorar la adaptación emocional a la enfermedad, reducir el impacto de los síntomas psiquiátricos y potenciar los recursos personales para enfrentar la misma. La terapia cognitivo-conductual es la más utilizada y respaldada por evidencias en pacientes con enfermedades crónicas. Ayudan a identificar y modificar pensamientos disfuncionales relacionados con la enfermedad, mejorar la atención emocional, aumentar la autoeficacia y fomentar conductas saludables, lo que contribuye a la adherencia al tratamiento.
Sin lugar a duda, el manejo de estos pacientes debe ser multidisciplinario, coordinado por el reumatólogo e integrado por neurólogos, psiquiatras, psicólogos, trabajo social. Esto es fundamental para un buen abordaje diagnóstico y terapéutico.
Sugerencias:
- Acuda a sus consultas regulares con su Reumatólogo y otros especialistas, de acuerdo con su caso (hematólogo, dermatólogo, neurólogo, oftalmólogo, psiquiatra).
- No suspenda el tratamiento porque se sienta bien, recuerde que las enfermedades crónicas requieren tratamiento continuo.
- Dieta equilibrada rica en frutas, vegetales, proteínas magras y Omega 3.
- Use protector solar, aún en días nublados.
- Reduzca sus niveles de estrés.
- Haga ejercicio regularmente.
- No fume, el tabaco empeora su enfermedad y reduce los efectos de algunos medicamentos.
- Vacunas al día para prevenir infecciones oportunistas.
- Cuide su salud mental.
El 10 de mayo es el “Día Mundial del Lupus”. Ponte una prenda morada en demostración de apoyo a los que padecen esta enfermedad.