BRUSELAS (AFP).- Los países de la Unión Europea (UE) expresaron su satisfacción este domingo después de que el pequeño ducado de Luxemburgo, que tiene apenas 450.000 habitantes, aprobara por referéndum la Constitución Europea por 56,52% de los votos.

   El ministro francés de Relaciones Exteriores, Philippe Douste-Blazy, felicitó «calurosamente» al primer ministro de Luxemburgo, Jean Claude Juncker, tras la victoria del «sí» en el referéndum para decidir la ratificación del Tratado.

   El canciller elogió además a Juncker, por «su compromiso al servicio del proyecto europeo» durante el último semestre, cuando presidió la UE.

   La presidencia de turno de la UE, actualmente a cargo de Gran Bretaña, saludó también el resultado de la consulta.

   «Como presidencia de la Unión Europea, recibimos con alegría este resultado y felicitamos al primer ministro Juncker y a los luxemburgueses por el debate abierto y vivo que marcó la campaña», indicó en un comunicado Downing Street, residencia del primer ministro británico.

   El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, recibió «con una gran satisfacción» la victoria del «sí» en el referéndum.

   «Esta es una señal fuerte porque significa que una mayoría de Estados miembro considera que el Tratado constitucional responde a sus expectativas y abre las puertas a una Europa más democrática, más transparente, más eficaz y más fuerte en el escenario mundial», declaró Durao Barroso en un comunicado.

   De todos modos, Barroso quiso señalar que «el futuro de la Constitución» sigue siendo «incierto», consciente del considerable revés que sufrió el Tratado con el rechazo de Francia y Holanda, ambos miembros fundadores de la Unión.

   El español Josep Borrell, presidente del Parlamento Europeo, se declaró «muy feliz» de que los luxemburgueses hayan dicho «sí» a la Constitución.

   «Luxemburgo acaba de afirmar que la Europa política está todavía de actualidad», añadió Borrell.

   El canciller alemán Gerhard Schroeder observó que el «sí» de Luxemburgo, que llega en un «momento difícil», «es un voto en favor de Europa» y señaló que el «pueblo luxemburgués puede estar orgulloso de este resultado positivo».

   El gobierno español, a través de su ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, juzgó el «sí» de Luxemburgo como «una buena noticia para Europa», que contribuirá a cambiar «el clima negativo y de pesimismo» en el que se encuentra la Unión.

   Por último, el canciller portugués Diogo Freitas do Amaral destacó el resultado «francamente positivo» y evocó que la victoria del «sí» en el ducado de Luxemburgo pueda «significar la transformación del euro-pesimismo».