A ella la han ligado a los hombres más poderosos del país y hay quienes dicen que es la mujer de mejor suerte. Muchos la desean, porque quieren disfrutar desde su sonrisa hasta su sombra. Se trata de Luz García, una bella mujer que no le teme a los comentarios, porque se viste de paciencia para que le resbale lo mal intencionado. Ya está acostumbrada, por eso escucha, calla y medita, para así dejar correr lo que se forma con solidez y se desvanece con rapidez.

“Me han ligado a hombres que ni siquiera conozco, pero tengo mi conciencia tranquila para no hacerle caso a nada. A veces me molesta que se rumore, que la gente invente por tan sólo tratar de hacerme daño. En la actualidad no estoy con nadie, no tengo una relación, sino muchos deseos de trabajar en lo que me gusta, como es la televisión”.

Siempre sonriente, atenta y elegante, la rubia de cuerpo monumental no se sonroja por ningún tipo de pregunta que se le haga. No importa que se le cuestione si le gusta un hombre de uniforme y medallas o si prefiere trasladarse de un lugar a otro en helicóptero o en vehículo.

“Me trasladé en helicóptero en una ocasión, pero me gusta mi vehículo. No tengo a nadie con uniforme y menos con medallas. La verdad es que no estoy con nadie en la actualidad. Quizás no me creen, pero es así. Tengo una suerte tremenda para que me relacionen con alguien”.

Ser figura pública tiene sus costos, igual que tener condiciones como mujer. Luz tiene atributos físicos y profesionales, lo que hace de la fusión una persona ideal para la televisión. Frente a las cámaras ha demostrado que puede conducir diferentes programas. Estuvo en “El show del mediodía”, “Formalmente informal” y sigue en “El escándalo del 13”, con Luis Manuel Aguiló. Tiene planes de poner en pantalla una producción con otros toques y enfoques. La idea surge porque ya no volverá a “Formalmente informal”, en el que compartía la conducción con Ramón Pastrano.

[b]Calendarios[/b]

El calificativo de megadiva se popularizó a raíz de Luis Medrano presentar en Altos de Chavón un concierto con la conducción de varias jóvenes de la televisión: Sharmín Díaz, Dominic Fuentes, Mariela Encarnación, Georgina Duluc, Mildred Quiroz, Evelyn Díaz y Luz García. Ellas se ganaron un espacio en la atención del pueblo porque la estrategia de promoción fue más a su favor que a los artistas actuantes. Sus nombres se convirtieron en etiquetas de la fama, luego en la comidilla de algunos sectores y en el debate común entre las demás presentadoras.

Pasó el concierto y el tiempo. Se quedaron las megadivas, criticadas por unos y elogiadas por otros, pero firmes en sus propósitos de aprovechar el repunte como presentadoras. Algunas se alejaron de las polémicas y permitieron la entrada a otras que hoy exhiben calendarios. Luz dice que no es capaz de hacer uno, porque no le gusta y no cree que tenga la necesidad de posar. Sí le fascina lucir una vestimenta llamativa, provocadora. Un ejemplo reciente fue el corto y transparente vestido que se puso en la ceremonia de nominados de los premios Casandra. Los hombres la piromeaban y las mujeres la miraban (algunas la criticaban y muchas la envidiaban).

“No critico los calendarios, están bien hechos y las muchachas lucen preciosas. Luis Medrano me dijo que hiciera uno y le contesté que no”.

[b]No tiene problemas con nadie[/b]

Luz García es de temperamento afable y confía en la amistad. Las críticas las acepta y saca lo mejor para corregir cualquier falla. Le gusta ofrecerle felicidad a los niños, por eso el Día de Reyes reparte juguetes, práctica en la que lleva varios años.

En ella existe el interés de llegar a toda la familia, de sumar admiradores que por su trabajo la valoran como es.