El corazón de Luz García de repente aterriza y se hace cuerpo presente en los paisajes del país. A ella se le ocurrió hacer la primera guía turística dominicana ilustrada y con ella misma como protagonista. Cuenta que lo hizo porque está orgullosa de lo que es y de dónde viene.

Cuando se vive fuera de la patria siempre aparece el deseo de contarle a los otros lo que de bueno tiene su terruño, pero siempre desde el corazón que añora, desde la emoción.

Para Luz García su amor por el país le ha provocado impotencia muchas veces, por haberse sentido parte del prejuicio que otros sienten por nosotros. Cree que ya es hora de que República Dominicana no sea tomada en cuenta solo por sus playas y que el turismo internacional descubra que aquí también hace frío, que se pueden practicar deportes extremos y escalar nuestras montañas.

“El motivo del proyecto es para que el mundo conozca la riqueza que tenemos como nación, desde los valores humanos hasta las riquezas naturales”.

Naturalmente, Luz está ataviada y presta a disfrutar en lo personal, se ve en las fotos, cada uno de los lugares que recomienda y explica sus facilidades, teléfonos, hoteles, restaurantes…

Se imprimieron 10 mil guías y se pretende actualizarla cada uno o dos años, aunque aclara que el valor de esta primera edición es permanente. Y, nosotros, que la tenemos en las manos, pensamos también que es así, y no lo dudamos.