MADRID. AFP. Los parlamentarios españoles aprobaron hoy definitivamente los presupuestos del Estado para 2014, presentados por el gobierno de derechas como «los presupuestos de la reactivación económica», cuando el país acaba de salir de dos años de recesión.

«Son unos presupuestos responsables y realistas en los que se busca equilibrio entre la necesaria austeridad y el impulso a la recuperación», había afirmado en septiembre la portavoz del ejecutivo español, Soraya Saénz de Santamaría, al presentar el proyecto.

Estos presupuestos prevén un crecimiento del 0,7% del PIB en 2014, tras una caída del 1,3% prevista para este año.

En cuanto al desempleo, principal punto negro de la cuarta economía de la zona euro con una tasa de cerca del 26%, debería situarse en el 26,6% a finales de 2013 y bajar después al 25,9% en 2014.

Golpeado por dos recesiones en dos años, el país se convirtió en el laboratorio europeo para experimentar el efecto de una política de austeridad extrema y un amplio abanico de reformas (mercado laboral, sector bancario, pensiones) con el fin de sanear la economía.

La iniciativa, socialmente amarga con 150.000 millones de euros de ahorro previsto entre 2012 y 2014, parece dar sus frutos, pero el país sigue apretándose el cinturón para rebajar su déficit público al 6,5% del PIB en 2013 y al 5,8% en 2014.

Los presupuestos 2014 prevén una ligera subida de los ingresos del 1,3% hastal los 128.200 millones de euros, mientras que los presupuestos de los ministerios se han reducido un 4,7%. Los gastos totales se limitarán a 133.300 millones de euros euros, un 2,7% más que en 2013.

Los intereses de la deuda pública deberían reducirse un 5,2%, ahora que el país se beneficia de una clara calma en los mercados, que le permite gozar de tipos de interés más bajos, aunque la deuda en sí no deja de aumentar y debería situarse en el 101,1% del PIB en 2015.

Esta política de austeridad sigue afectando en primer lugar a funcionarios y pensionistas, ya que 2,6 millones de empleados públicos verán su salario congelado por cuarto año consecutivo.

Los nueve millones de pensionistas españoles también se verán un poco más afectados por la austeridad, ya que la revalorización de sus pensiones ya no seguirá el ritmo de la inflación.