POR AMABLE LÓPEZ MELÉNDEZ
En su lX edición la Feria Internacional del Libro/Santo Domingo 2006, cuyo acto de clausura está pautado para mañana domingo, a las 7:00 pm, en la Sala Eduardo Brito del Teatro Nacional, deviene en espectáculo formidable y en uno de los más grandes e implicantes eventos culturales en el área del Caribe. Durante casi dos semanas, en el recinto ferial de la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte y bajo el lema de Leer Ilumina, nuestra fiesta del libro ha tenido su mayor asistencia en toda su historia, así como la visita de algunos de los más auténticos exponentes del pensamiento, la imaginación y la sensibilidad contemporáneas.

En estas notas rasantes advertimos la estremecedora atmósfera de desaire radical que también marca la indecible espectacularidad de la Feria Internacional del Libro/Santo Domingo 2006, así como sus primicias trascendentales o sus mutaciones organizativas y programáticas definitivamente enriquecedoras.

La radicalidad del desaire y el aturdimiento nos estalla en la cara. Primero, la avidez, la alienación, las precariedades espirituales y materiales del maremagnum popular, compuesto especialmente por miles de estudiantes y curiosos, desbordan las propias expectativas del extraordinario programa de actividades culturales y hasta ponen en crisis el estrafalario componente de seguridad. Por otro lado, las propuestas desafortunadas y las pifias en el aspecto logístico, deslucen penosamente la gran performance y cuestionan la calidad del nivel general de su contenido. Esto fue bastante notorio en los casos del cierre de la puerta frontal del Museo de Arte Moderno; de Mezcla, espectáculo inaugural en el Teatro Nacional, así como en las muy tristes exposiciones Ambito Visual y En Doble Vía que acoge el Museo del Hombre Dominicano.

Sin embargo, propuestas como la Videoteca Jean Louis Jorge que, bajo la coordinación del novel cineasta Amaury Pérez y con los soportes de la empresa Proyección Visual que encabeza Marcos Mejía Pieter, incluyó la exhibición de más de cien trabajos visuales, entre videos, documentales, cortos y entrevistas sobre escritores, artistas y personalidades de la cultura, constituye un aporte fundamental; el Café Bohemio que, coordinado de manera brillante por Manuel Llibre Otero, Tony Saint-Hilaire y Yolanda Ramírez, emerge en esta edición como espacio natural recreativo, del diálogo cultural y como uno de las primicias más cálidas, atractivas y revitalizadoras de la feria; la reveladora muestra Gramática del Color en el pabellón del homenajeado Marcio Veloz Maggiolo y el pabellón Ambito Gráfico, propuesta que amplÍa significativamente el programa de artes plásticas y visuales del evento.

AMBITO GRAFICO

En favor de la práctica y la difusión de la litografía artística se integran el arquitecto y grabador Miki Vicioso y los reconocidos artistas Leonardo Durán, Gabino Rosario, Juan Mayi, Elvis Avilés, Soucy de Pellerano, Marianela Jiménez, Amaya Salazar, Fernando Ureña Rib, Freddy Javier, Carmen de Pool, Nancy Rosado, Juan Medina, Fabre Saillent, Antonio Guadalupe y Fernando Varela.

En una de las pocas ocasiones que ha podido registrarse este tipo de actividad en los últimas décadas, estos artistas se encuentran en Ambito Gráfico con los objetivos de promover las técnicas y el conocimiento de los distintos procedimientos del grabado. Además de su creatividad y compromiso con la educación artística, sus principales materiales de trabajos son el lápiz, el bisturí, la gubia, el rolo, la tinta, el papel y 16 piedras prestadas por la Escuela Nacional de Bellas Artes que fueran donadas por Litografía Ferrúa a la EMBA en 1982 a través de las gestiones del mismo Miki Vicioso. También cuentan con dos prensas, una litográfica y otra para grabado en metal, Xilografía, linóleo Colografía y Aguafuerte.

Leonardo Durán sostiene que lo que están haciendo ahora en Ambito Gráfico es un ensayo para la creación de lo que podría ser el Taller Nacional de Grabado. La creación del Taller Nacional de Grabado reforzaría la educación, la formación de los nuevos artistas, incluso podría dar servicio a los artistas que lo soliciten. Además, es importante que la gente conozca los procesos de impresión de la obra gráfica y del libro. Lo que estamos viendo aquí es que la gente se interesa, se integra. Por su parte, Miki Vicioso propone también al secretario de Cultura, a partir de esta primera y exitosa experiencia, la creación del Instituto Nacional del Grabado. ¡Qué propuestas más interesantes! no les parece?.

Segúnn nos cuenta Gabino Rosario, coordinador de Exposiciones de la lX Feria Internacional del Libro, esta actividad estaba programada para la feria del año pasado. Esta propuesta que, con mucho entusiasmo ha apoyado en la ocasión el Secretario de Estado de Cultura, licenciado José Rafael Lantigua, debe contribuir a superar los prejuicios que en nuestro medio enfrenta la obra sobre papel, a abaratar los costos de la obra de arte en general, a potencializar la gráfica y la producción de obra artística sobre papel, precisa Gabino Rosario.

CROMATICA DE VELOZ MAGGIOLO
En el Museo del Hombre Dominicano

Bajo la coordinación y montaje de Zaida Corniel, el pabellón del reconocido novelista arqueólogo y ensayista, Marcio Veloz Maggiolo (1936), incluye la muestra Gramática del Color, compuesta por más de 50 trabajos al lápiz, tinta, óleo, acrílica y técnica mixta sobre tela y papel. Estos, hasta ahora, inéditos ejercicios dibujísticos y pictóricos han sido materializados por Veloz Maggiolo a lo largo de las últimas cuatro décadas y nos revelan los resultados de una de sus más interesantes y conmovedoras facetas creativas.

Hacia los inicios de la década de los 50 del siglo XX, Marcio Veloz Maggiolo fue alumno de maestros como Celeste Woss y Gil, Manolo Pascual, Jose Gausachs, Yoryi Morel, Gilberto Hernandez Ortega, Josep Fulop y José Vela Zanetti en la Escuela Nacional de Bellas Artes.

A su generación pertenece una serie de personalidades que más adelante llegarían a figurar entre los principales exponentes de la plástica nacional, tales como Gaspar Mario Cruz, Silvano Lora y Rafael Faxas. Pero, tal como en su fascinante y sorprendente obra novelística, como creador visual, Veloz Maggiolo jamás intentará la fabricación de un estilo y, por el contrario, en la materialización de sus imágenes, asume la perpetua transmigración estética, el salto siempre hacia el fértil abismo del asombro.

Figuración libre, neoexpresionismo figurativo de fuertes raíces primordiales y expresionismo abstracto de lirismo apasionado, confluyen en la apretada, delirante y reveladora polisíntesis visual de Marcio Veloz Maggiolo.

En la presentación del catálogo de Gramática del Color, el respetado artista e historiador de arte Danilo De los Santos sostiene que: El discurso visual de Veloz Maggiolo ofrece variado temario. La mujer, el paisaje, el carnaval y los asuntos prehispánicos conforman los temas fundamentales que bien podemos apreciar desde el planteo figurativo, aunque todos son como Los recuerdos de infancia, Lo desconocido y la Música de la materia, excusas nominales de una necesidad vital que conceptualiza con la descarga cromática y las formas.

Realmente los textos visuales afloran en cada soporte como estructura fonética de un instinto espontáneo, lírico, libre y contestatario de otra necesidad que le viene de adentro y de lejos, reafirmándose no con el pincel de las letras que es su identidad reconocida, sino con el pincel de las gamas que aprendió a manejar otrora y que reasumido con curtido pulso, ¡placenteramente nos sorprende!.