Lyle O’Reitzel presenta Edouard Duval-Carrié en Frieze

Lyle O’Reitzel presenta Edouard Duval-Carrié en Frieze

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Lyle O’Reitzel expuso obras de Edouard Duval-Carrié en la famosa Feria de galerías Frieze. En una primera entrega, publicamos nuestra entrevista a Lyle e iniciamos dándole la palabra al artista, al que seguiremos “escuchando”.
Edouard Duval-Carrié se considera internacionalmente como un maestro de la plástica caribeña. Él jamás descartó su identidad haitiana, expresando tanto la historia, la religión vodú y la cultura popular, como su amor y preocupación por la naturaleza. Mayormente pinturas, también esculturas e instalaciones, transmiten espiritualidad y compromiso, convicciones y concientización.
La dictadura duvalierista le obligó a residir en el exterior, y su amplia formación -de París a Montreal y Nueva York- le dio extensos conocimientos. Finalmente, él fijó su domicilio profesional en Miami. Titular de importantes distinciones y representado en grandes museos, realizó recientemente una obra monumental para el prestigioso Museo de las Civilizaciones Negras en Senegal.
La obra de Duval-Carrié, fuerte, barroquizante, lírica, auténtica, sofisticada, propone un mundo interior y exterior, humanista e ideológico, apegado a sus raíces con un caudal de criaturas sobrenaturales, de ficciones extraterrestres, a la vez que alude al drama y a la realidad social. Estéticamente, maneja el contorno, el color, la materia, con un dominio real-maravilloso y totalizante: elaboración y refinamiento no solo seducen, sino que su misma fruición facilita la percepción de los mensajes… Pasión y fervor se alían: ahora, pasamos a preguntas y respuestas al autor.

P. Personalmente, frente al drama, las injusticias, la violencia del mundo, creo que un creador no puede limitarse a una obra decorativa. Sin llegar al panfleto, debe expresar una protesta o al menos una puesta en evidencia, por cierto, lo que usted hace… ¿Cuál es su opinión?

R. “Dicen que el arte es lujo. Lo es, si lujo es tener la obligación como artista de dar a ver lo que no se quiere ver, entender y analizar. Crear nuevos puntos de vista que tengan en mente que el propósito es tener un discurso humanista. Esta humanidad es compleja, y si se da a entender, ¡quizás logremos que haya menos daños irreparables!

P. Dicen que la ignorancia es una bendición. Para mí es lo contrario. Es necesario tener conciencia de que los actos de uno y de los demás tienen repercusiones. Pero, como dice usted, “sin llegar al panfleto, ¡que eso si aburre!”.
El problema de migraciones y migrantes, con su importancia creciente y trágica ¿no debe ser uno de los grandes temas en las artes visuales?

R. Las migraciones son unas de los realidades sobrecogedoras que están pasando y seguirán ocurriendo, no solo en nuestra región, sino a nivel mundial. Y las reacciones a estos movimientos se están haciendo cada vez más violentas. No dejaré de comentar esto, porque nos permite ver los mecanismos sociales, culturales, que se ponen en juego con el enfrentamiento de culturas y sociedades diferentes.
Para mí discutir este tema era un intento de dar a los desterrados una voz para que no les rechacen en bloque; de visualizar un discurso que mantenga un nivel de humanidad entre los actores. Pero se están cerrando las fronteras, lo que es una pena, y más graves son los discursos y actitudes que añaden más y más confusión, con una prevalencia de prejuicios negativos como el racismo y sus secuelas. Sería en mi opinión una grave falta que este tema no fuera parte de las inquietudes de todos, incluyendo a los artistas.

P. ¿Cómo enfoca en su obra Haití y la República Dominicana? ¿En conjunto, como dos países hermanos? ¿Con sus diferencias y singularidades? ¿Es un tema que le motiva especialmente?

R. La historia de nuestra isla es única, sin añadir que es muy problemática. Fui invitado hace ya varios años a Estocolmo para una exposición, la cual tenía como tela de fondo la probabilidad de que nuestros dos países serán puntos de conflicto alarmantes en el futuro… Pese a la muy buena intención de parte de Noruega, a mí me dejó con la suma inquietud de conocer la génesis de nuestras historias y así comprender mejor lo sucedido, y lo que sucede.
No puedo decir si he llegado a un entendimiento exhaustivo de la situación, pero para mí, claro está, es una historia que merece ser conocida y analizada. Y ya he empezado a hacer obras que son más cuestiones que respuestas al momento. Todo me cautiva en esta historia, que es producto de la colonización francesa y española.
Las decisiones que se tomaron de una y otra parte tienen hoy consecuencias no previstas.
No sería exhaustivo sobre la situación en ambos lados de la querida Hispaniola, empezar a discurrir sobre el tema ahora; sin embargo, es muy importante que, como artista, yo tenga una opinión y haga un amplio grupo de obras con este tema en mente. Lo repito, sería inconsciencia de mi parte no dedicarle mi atención a un tema tan interesante y complejo.

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