M. Darío Contreras – Crónica de una derrota anunciada

M. Darío Contreras – Crónica de una derrota anunciada

La contundente victoria del doctor Leonel Fernández y su partido, Partido de la Liberación Dominicana (PLD), en las recién pasadas elecciones del 16 de mayo, 2004, había sido vaticinada reiteradamente por una serie de encuestas científicas independientes, aún en una primera vuelta, con una mayoría superior al 50% de los votos válidos emitidos, considerando todo una gama de escenarios posibles.

Sin embargo, el partido de gobierno, Partido Revolucionario Dominicano (PRD), el Presidente de la República que aspiraba a un segundo período y sus allegados dentro del movimiento denominado Proyecto Presidencial Hipólito (PPH), se encontraban aparentemente sordos y ciegos ante el generalizado repudio al ejercicio gubernamental 2000 2004. Lo que sorprende es que el PRD haya alcanzado un tercio de los votos válidos, por encima de un millón de votos. Estimábamos que no conseguirían más de un 30%.

El porcentaje de los votos obtenidos por el PLD en el 2004, 57.11% (Boletín No. 10), representan, después de la victoria en 1962 del Profesor Juan Bosch, 60.00%, el más alto porcentaje obtenido en una votaciones libres presidenciales en que participan abiertamente los partidos políticos reconocidos. Esto significa que el Doctor Leonel Fernández ha recibido un claro mandato del pueblo votante dominicano, para que ejerza la presidencia de la República en el período del 16 de agosto del 2004 a la misma fecha del 2008. Conocemos ya los males que se le imputan al gobierno que finalizará el próximo 16 de agosto: crisis económica agudizada por una falta de confianza y un indebido manejo monetario y fiscal, abuso del poder, nómina hiper inflada de funcionarios públicos, retroceso del proceso de institucionalización del Estado, lucha contra la corrupción política paralizada, escaso apoyo a la justicia y al sector salud, mayor apoyo a políticas populistas por sobre actividades productivas más rentables, organismos reguladores estatales inoperantes, entre otros. Éste y otros males se deberán combatir con un congreso que no le es favorable al PLD. Confiamos, sin embargo, en que más que la lucha partidista, prime en nuestros legisladores el sentido patriótico, y realicen la labor que les dicte su conciencia.

Es previsible que los primeros dos años sean los más difíciles en la presente coyuntura, considerando que los actuales congresistas se mantendrán hasta el 16 de agosto de 2006, si no es que deciden hacer una revisión al vapor de nuestra Carta Magna para adicionarse dos años más. El Partido Reformista y el PLD deberán iniciar una estrategia que incentive a la población a votar por nuevas opciones más comprometidas con la democracia participativa y la transparencia para las elecciones congresuales y municipales del 2006. Paralelamente, el gobierno deberá abrir las puertas, y las ventanas, para imponer un auténtico gobierno de unidad nacional que, mediante la transparencia y la participación, logre abatir los obstáculos que se le presentarán durante el inicio de su mandato con una oposición que controla el Congreso y los ayuntamientos.

No menos ominosos serán los obstáculos que tendrán que vencer los partidos Reformista y Revolucionario Dominicano. Ambos se enfrentan a profundas reformas internas para salvarlos de perder su vigencia como agrupaciones con opción de poder en el futuro mediato. Los actuales dirigentes de estos partidos han colocado a sus organizaciones en situaciones que requieren de grandes cambios internos. )Quién o quiénes se quedarán como los nuevos líderes del PRSC y el PRD? )Podrá el Lic. Hatuey De Camps retomar el PRD, considerando que sus compañeros fallaron tan estrepitosamente con el proyecto continuista? )Podrá el Ingeniero Eduardo Estrella recomponer su partido después de tan pobre resultados en las elecciones? )O podrá el PLD absorber a lo que queda del PRSC integrándolo a su estructura partidarista?

Los partidos minoritarios que apoyaron al PLD le brindaron la victoria en la primera vuelta, pues entre todos obtuvieron el 8.09% de la votación. Vale destacar entre éstos al BIS con unos 98,000 votos y a la APD con unos 85,000 votos, sumando entre ambos el 5.06% de los votos obtenidos por el PLD; es decir, que estos dos partidos representan casi dos tercios de los votos aportados por las agrupaciones políticas que apoyaron al Presidente Electo Fernández. De los partidos minoritarios, el BIS y la APD fueron los más votados. Estos partidos menores fortalecen la democracia y debemos apoyarlos.

Los grandes héroes de esta última jornada electoral han sido, sin duda, los votantes por su ejemplar comportamiento cívico. Congratulaciones al Presidente Electo Doctor Leonel Fernández, al igual que al Presidente de la República, Agrónomo Hipólito Mejía, por reconocer su derrota en el juego democrático en que sus compatriotas decidieron respaldar masivamente a su adversario. Esperamos que el Presidente Mejía sepa también transmitir el mando con la misma altura con que reconoció al ganador. Amén.

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