M. Darío Contreras – Sin pena y sin gloria

M. Darío Contreras – Sin pena y sin gloria

Sin pena y sin gloria sale del escenario nacional el presente gobierno. No nos apena su partida ni tampoco le celebramos sus éxitos. Dejan un país menos institucionalizado, mísero y prácticamente sumido en las tinieblas. Sus éxitos, las obras inauguradas, no se comparan con las del dictador Trujillo ni con las del doctor Balaguer.

Su partido, el PRD, queda escindido, que no se sabe en que culminará. Y todo esto debido en gran parte a un coro de sicofantes que quisieron ver grandeza donde el accionar indicaba torpeza.

Desafortunadamente, todos los daños de este ciclón «batatero» lo pagamos todos. Mientras tanto, los causantes de nuestras calamidades se reúnen a celebrar confiados en que el país pronto olvidará sus tropelías, quizás justificando sus acciones ante el mal agradecimiento de una población que no supo valorar su preocupación por la «gente».

)Cuánto tiempo habrá de pasar para que aquí comencemos a cobrar las deudas que nos dejan los gobernantes y sus socios empresariales? )Es qué habrá que esperar a una ocupación yanqui para llevar al banquillo de los acusados a los que han despilfarrado el erario nacional? )O peor aún, esperaremos hasta el Juicio Final? O quizás nos conformemos con repetir el dicho de que «algún día ahorcan blancos».

La situación de desastre que nos deja el gobierno saliente tomará un buen tiempo en subsanar. Solo que recibamos fuertes inversiones extranjeras y que los dominicanos pudientes decidan repatriar sus fortunas podremos, en un tiempo prudente, salir del profundo hoyo financiero en que nos encontramos. Hablamos de años y no de meses. Por supuesto, se requerirá un gobierno austero que motive a la población para asumir los sacrificios que están por venir y adicionarse a los que ya padecemos. No es solo un asunto de recaudar más, sino también de gastar menos. Nuestra presión tributaria es casi igual a la de Chile 16% contra 17% y sin embargo los servicios públicos que recibe el pueblo chileno son muy superiores a los que recibe el dominicano. )A qué se debe esto? Simplemente a que el Estado chileno es más eficaz en su gestión gubernativa. Por lo tanto, aumentar impuestos de por sí no es toda la solución. También hay que mejorar el desempeño de la administración pública, señores economistas.

El Dr. Leonel Fernández y su equipo de colaboradores se enfrentarán a tamaña crisis nacional. En su haber, para comenzar, cuentan con una población dispuesta a darle la oportunidad para detener el deterioro y luego comenzar a mejorar la situación. Se sabe que no cuentan con una varita mágica, pero sí se esperan señales tempranas de que no va a ser «más de los mismo». Desde el discurso de toma de posesión el 16 de agosto, el pueblo dominicano buscará señales de que verdaderamente se inicia una nueva forma de gobernar, divorciada del autoritarismo, del clientelismo y de las prácticas corruptas del pasado, es decir, un gobierno que rinda cuentas y fomente la participación ciudadana.

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