Lily Luciano 
Las macetas de barro son un elemento de decoración que ayuda a resaltar la belleza natural de nuestras plantas. Sus formas y tamaños son muy variados, logrando adaptarse a cualquier lugar.
Las macetas de barro de toda la vida no solo resultan estéticas, sino que tienen varias ventajas: son ideales para nuestras plantas, gracias al material con que están hechas que permite una adecuada transpiración, además son bonitas, ecológicas, baratas y podemos encontrarles múltiples utilidades decorativas en nuestra casa.
Macetas de barro artesanales e industriales. Las macetas de barro tienen una fabricación tanto artesanal como industrial.
Las de origen artesanal, tienen un proceso de elaboración mucho más largo, y muchas personas que se dedican a realizar dicha labor consideran este un modo de relajación y, por supuesto, de arte.
Las macetas de barro artesanal cumplen con las características de tener paredes más gruesas que las macetas industriales, pero su desventaja radica en que la temperatura de cocción es mucho menor que las macetas de barro industriales y, en consecuencia, son menos resistentes que estas últimas.
Otra característica que las distingue de las macetas de barro industriales es que las de tipo artesanal son únicas, no se fabrican dos modelos iguales.
Cuidados. Las macetas de barro no sólo son bonitas sino resistentes: pueden soportar cambios climáticos y raíces robustas; sin embargo, tienen sus debilidades y es por eso que se recomienda cultivar en ellas plantas que no necesitan conservar la humedad, pues el barro es poroso, por lo que hay una rápida evaporación del agua, de modo que aún si riegas en forma abundante, se secará con rapidez. Para plantas que necesitan de un ambiente muy húmedo lo mejor es optar por macetas de plástico.
Al momento de comprar una maceta de barro se debe sumergir en agua para fortalecer el material y que la maceta dure mucho más tiempo. Bastará con sumergirla en agua fría durante 24 horas y luego dejarla secar al aire libre. Esta técnica evita rajaduras.
